El Palacio Embrujado de Linares

Actualmente conocida como la Casa de las Américas, se rumorea que el edificio conocido como el Palacio de Linares en Madrid, España, guarda los espíritus de sus dueños previos: el Marqués José de Murga y Reolid, su cónyuge Dª Raimunda de Osorio y Ortega y su hijo incestuoso.

Dirección: Plaza de Cibeles, s/n, Madrid, España Coordenadas: 40.41999, -3.692151 Metro: Banco de España ( Línea 2 )

Free Tour de los Fantasmas de Madrid

Según la leyenda, su narrativa gira en torno a un romance prohibido, un niño ilícito y un homicidio trágico. Pero, ¿cuál es la realidad que se esconde tras las apariciones en el Palacio de Linares?

El  lugar, que atrajo la atención hasta de los informativos nacionales, se convirtió en un punto de interés masivo donde la gente llegaba en cientos, desafiando vallas y barreras, con el único fin de ser testigos de los fenómenos poltergeist reportados.

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Orígenes del Culebrón

La historia del Palacio de Linares comienza con José y Raimunda, los Marqueses de Linares, quienes en tiempos de Alfonso XII adquirieron unos terrenos para construir lo que sería su lujosa residencia. Lo que parecía una historia convencional tomó un giro dramático al descubrirse que ambos, marido y mujer, eran en realidad hermanos. Este descubrimiento provenía de una trama digna de los mejores culebrones: ella era fruto de una relación extramatrimonial del padre del Marqués con una estanquera del barrio madrileño de Lavapiés.

La Iglesia y un Permiso Papal Excepcional

Ante semejante escándalo, interviene la Iglesia, siendo el Papa León XIII quien les otorga un permiso especial (una bula papal titulada Casti Convivere)  para convivir bajo la condición sine qua non de que mantuvieran una relación casta, sin contacto físico. Sin embargo, la leyenda sugiere que esta condición no se cumplió del todo, dado que se rumorea la existencia de un hijo producto de esta unión, al que supuestamente se le dio muerte y se le enterró dentro de los muros del palacio.

Raimunda hija y las Obras en el Palacete

La historia se complica aún más con la aparición de Raimunda, otra supuesta hija de la pareja, quien, a diferencia del destino trágico del primero, no fue objeto de violencia, probablemente porque los marqueses ya estaban cansados de más obras y escándalos en el palacete.

Aunque muchos creían que este era el final de la historia de la familia, sus espíritus regresarían un siglo después.

El Ayuntamiento de Madrid y el Inicio de los Fenómenos Paranormales

Tras la muerte de José y Raimunda, el Palacio de Linares permaneció abandonado durante casi un siglo. En el año 1990, el Ayuntamiento de Madrid adquirió el Palacio de Linares, y fue entonces cuando se intensificaron o se hicieron más públicas las historias sobre psicofonías y fenómenos paranormales en el edificio. Las historias sobre grabaciones de voces del más allá y apariciones comenzaron a circular, convirtiendo al palacio en uno de los lugares más emblemáticos entre las casas encantadas de Madrid.

A pesar de que investigaciones posteriores sugirieron que muchas de las psicofonías y apariciones podrían ser falsas, persiste la creencia en fenómenos extraños dentro del ahora Casa de América. 

La investigación de la Dra. Carmen Sánchez de Castro

En 1989, la Dra. Carmen Sánchez de Castro se presentó como especialista en Psicología y Psiquiatría, equipada con tecnología avanzada para la investigación de fenómenos paranormales. Con el aval del Ayuntamiento de Madrid, Carmen emprendió un estudio de casi un año y medio.

Para finales de mayo de 1990, Carmen compartió su informe no solo con el Ayuntamiento sino también con medios de comunicación y emisoras locales, revelando hallazgos de fenómenos sobrenaturales. De manera sorprendente, logró registrar la voz de una joven llamando a su madre y declarando su fallecimiento.

Adicionalmente, capturó la voz de un varón inquiriendo sobre su hija Raimunda y declarando que esta nunca había conocido a su madre. Junto a estos hallazgos, Carmen reportó haber sido impulsada por una fuerza invisible que la lanzó a través de una habitación, presentando además 22 fotografías como prueba de la presencia espectral.

Carmen sugirió que otras presencias, como sombras y ruidos de pasos reportados por empleados y vigilantes, correspondían a los espíritus de soldados caídos en el sitio, décadas antes de la edificación del palacio. Esta revelación y las pruebas presentadas causaron un gran impacto en la comunidad, llevando a más de 200 personas a intentar entrar al palacio al día siguiente para ver por sí mismos los espectros.

La intervención de la policía y seguridad logró disipar a la multitud y restablecer el orden, pero desde entonces, los reportes sobre apariciones, sombras y objetos moviéndose por sí solos en el Palacio de Linares se incrementaron notablemente.

¿Pero sucedió?

La leyenda que rodea al Marqués de Linares, José de Murga y Reolid, junto con su esposa Raimunda de Osorio y Ortega, es completamente falsa y relativamente sencilla de desmentir al examinar su historia y cronología verdaderas. Puesto que el título de Marqués es una distinción oficial otorgada por el Rey, la vida de José de Murga y Reolid cuenta con cierto nivel de documentación.

La verdadera historia

José de Murga y Reolid nació en 1833 en el seno de una familia acomodada y contrajo matrimonio con Raimunda de Osorio y Ortega en 1858, un año después del fallecimiento de sus padres. 

Sin embargo, no existen pruebas que respalden la afirmación de que fue enviado a Londres tras revelar su amor a su padre, dado que no hay registros del padre de Raimunda, quien ya había fallecido cuando conoció a José. Además, no hay evidencia de que el padre de José sea también el padre de Raimunda, ya que la madre de José obsequió a Raimunda en la boda, un gesto improbable si fueran hermanos. 

Tampoco hay constancia de que el Papa haya otorgado una bula papal a los recién casados, ni hay registros de que la pareja haya tenido descendencia, corroborado por familiares y amigos cercanos.

Examinar la cronología de los hechos y la documentación disponible plantea serias interrogantes sobre la veracidad de la leyenda. Aunque Raimunda y José se casaron en 1858, el Papa en ese período no era León XIII, quien asumió el cargo en 1878. Pío IX era el Papa en 1858, y no hay constancia de que él les haya otorgado un título papal.

Según la mayoría de las versiones de la leyenda, Raimunda quedó embarazada inmediatamente después del matrimonio o unos años más tarde. En caso de ser cierto, resultaría imposible que José ocultara un bebé entre los muros del palacio, ya que la construcción no comenzó hasta 1877, y la mudanza de José y Raimunda no ocurrió sino hasta 1884. 

En consecuencia, si tuvieran una hija en el momento del matrimonio, ella habría tenido casi 30 años al trasladarse al palacio.

Las muertes del marqués

Conforme a los documentos históricos, se registra que Raimunda falleció el 28 de octubre de 1901, mientras que José perdió la vida el 9 de abril de 1902. Si la versión que sugiere que se quitaron la vida tras asesinar a su hija es válida, implicaría que Raimunda (hija) tendría alrededor de 40 años al momento de su fallecimiento, una edad considerablemente mayor a la que las leyendas afirmaban. 

Asimismo, se conoce que José murió a causa de un problema pulmonar, y aunque se menciona que un disparo de escopeta en el pecho podría considerarse como tal, no hay pruebas ni registros que respalden la idea de que se suicidaron, situación similar a la de Raimunda.

Los documentos históricos indican que, al carecer de herederos, José legó el palacio a su ahijada Raimunda, identificada como la hija del antiguo abogado de la familia. Aunque los nombres similares contribuyeron a perpetuar la leyenda, surge la interrogante de por qué José habría dejado su palacio a la supuesta hija a la que se presume mantuvo oculta y asesinó.

Después del fallecimiento de José, el palacio quedó deshabitado bajo la custodia de su ahijada Raimunda, sin que nadie ingresara hasta que se iniciaron las renovaciones en 1989. Sin embargo, si la leyenda resulta ser falsa, surge la pregunta de cómo la Dra. Carmen Sánchez de Castro logró capturar pruebas de fenómenos sobrenaturales. En este caso, se descubre que Carmen no era exactamente quien afirmaba ser.

Antecedentes de Carmen

Examinando más detenidamente los sucesos de 1989/1990, descubrí diversos artículos periodísticos que aclaran lo que realmente ocurrió. Contrario a lo afirmado, la División de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid nunca contrató a Carmen Sánchez para indagar los fenómenos paranormales. 

No hay evidencia alguna de que los trabajadores o guardias hubieran experimentado eventos paranormales antes de su investigación, según los informes disponibles.

En realidad, cuando se anunció el inicio de la restauración del palacio, Carmen solicitó al Ayuntamiento la autorización para llevar a cabo investigaciones en el lugar. En una entrevista con un concejal, aseguró que, como no solicitaba financiamiento ni patrocinio del Ayuntamiento, le otorgaron permiso para examinar el palacio en calidad de invitada para su investigación doctoral.

Posteriormente se reveló que, dado que no fue contratada oficialmente por la ciudad, no se llevaron a cabo verificaciones de antecedentes ni se confirmaron sus credenciales. Cuando esto salió a la luz, varios periodistas indagaron en sus antecedentes y descubrieron que en realidad no era una profesional médica y carecía de licencia para ejercer. Carmen Sánchez de Castro resultó ser una impostora.

La “evidencia” de Carmen

Inmediatamente después de hacer pública su investigación, Carmen se convirtió en una figura ampliamente reconocida y, una semana más tarde, fue detenida. Su arresto no se debió a sus mentiras sobre los fantasmas, sino a un fraude con cheques que había cometido una década antes. La policía la había perdido de vista hasta que apareció en las noticias presentando sus «pruebas».

Mientras tanto, más personas empezaron a examinar de cerca su «evidencia» y descubrieron que todo era falso. Carmen y su equipo habían falsificado pruebas de fantasmas y voces. Además, Carmen declinó la oportunidad de regresar y obtener más pruebas con personas ajenas a su equipo.

En el transcurso de mi investigación, encontré un informe que afirmaba que la persona que grabó las voces admitió que era falso, aunque no pude verificarlo con otra fuente. En general, la información sobre Carmen fue difícil de encontrar, ya que se escribió poco sobre ella o sus descubrimientos después de que se difundiera la leyenda. Además, solo unos pocos periódicos de Madrid han sido digitalizados.

Aunque revisaron informes y libros de otros investigadores paranormales, incluso aquellos que creen en lo sobrenatural, todos pusieron su evidencia bajo escrutinio y llegaron a la conclusión de que todo era falso. Varios investigadores lograron replicar sus hallazgos en sus propios hogares utilizando el mismo equipo que Carmen, lo cual no debería ser posible si los fantasmas del Palacio de Linares fueran verdaderamente reales.

¿Cómo se extendió la leyenda del Marqués de Linares?

Curiosamente, a pesar de las falsedades y las pruebas engañosas de Carmen, ella no fue la impulsora de la leyenda. Según El País, uno de los diarios más destacados de Madrid, existían rumores y leyendas sobre el marqués durante su vida. A diferencia de otros aristócratas que ostentaban lujosas residencias, José y Raimunda no abrían las puertas de su hogar ni organizaban festividades.

La gente se preguntaba por qué parecían ser reclusos, sin considerar que ambos tenían 60 años al mudarse al palacio. En lugar de entender esta circunstancia, se empezaron a esparcir habladurías. Algunos rumores los acusaban de despreciar a los menos afortunados y de tener tanto dinero que no sabían qué hacer con él.

Un rumor sugería que, al construir el palacio, José solicitó no incluir cocinas, ya que solo solicitaban comida de un refinado restaurante local. Contrariamente, el palacio tenía dos cocinas y José y Raimunda donaron una parte considerable de su riqueza a diversas organizaciones benéficas. José incluso dispuso en su testamento que su herencia se destinara a construir un nuevo hospital.

No obstante, los rumores persistieron y el Marqués fue objeto de desprecio. Tras su fallecimiento y con el palacio abandonado, surgieron más habladurías sobre fantasmas y sonidos extraños. La narrativa de José y Raimunda se distorsionó, consolidándose la idea de que eran hermanos. Algunos creen incluso que esa fue la razón por la que se negaron a abandonar el palacio.

Después de aproximadamente 90 años de la propagación de los rumores, comenzaron a circular varias versiones diferentes. En 1989, cuando el Ayuntamiento de Madrid recuperó el palacio y anunció planes de restauración, fue un evento relevante. Un artículo en El País escrito por Louis Escobar el 1 de abril de 1989, titulado «El fruto del incesto», seguramente no contribuyó a disipar los rumores. De hecho, es probable que haya llevado la historia a una nueva generación, consolidando la leyenda como un hecho.

Curiosamente, no se hace mención de un niño asesinado y enterrado en las paredes del sótano. A partir de ese punto, la historia ficticia de fantasmas de Carmen, un año después, que llegó a los medios nacionales, contribuyó a forjar la historia de fantasmas que muchos todavía creen hoy en día.

En diversos artículos actuales, se encuentran testimonios de guardias que se niegan a ingresar a la Casa de las Américas de noche o de aquellos que aún aseguran escuchar el espíritu de una niña vagando por los pasillos. Algunos investigadores paranormales afirman incluso haber capturado la voz de Raimunda en una grabadora. Surge la pregunta de si conocen la verdadera historia del Marqués o si todo lo que saben es la versión que Carmen Sánchez de Castro pretendía inculcarles.

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