Casi al final de Las Ramblas de Barcelona llegando al paseo marítimo, específicamente en Las Ramblas 22 y 24 de Santa Mónica, hay un secreto que se hace cada vez más difícil de descubrir para los barceloneses, en parte porque está oculto. Se trata del misterio de los mármoles de los hostales 22 y 24 de La Rambla (estas pensiones eran conocidas como «Habitaciones María»). ¿Qué hace especiales a estos mármoles? Pues el misterio radica en que las prostitutas dejaron marcas en el mármol debido a sus constantes taconazos.
¡CLAC-CLAC-CLAC!
Hasta el día de hoy, aún se pueden observar las huellas que, golpe tras golpe, las prostitutas dejaron impresas en el mármol. Es casi seguro de que si alguien de los barceloneses de la época de los años 50 leyera este post, recordaría a alguna de esas mujeres de compañía con sus tacones resonando en el suelo de estas pensiones, ¡Clac-Clac-Clac!
Estas marcas se fueron acumulando con el tiempo debido a las prostitutas que se congregaban en el portal. A veces lo hacían para resguardarse del frío, otras debido a las inclemencias del tiempo (lluvia, viento…) y otras para atraer la atención de sus clientes,
Prohibición de los burdeles en 1956
Cuando las tropas franquistas llegaron a Barcelona, muchas mujeres de compañía decidieron huir hacia Francia por miedo. Temían que la nueva moral que se instauraría en la ciudad fuera intolerante y las castigara por sus ideales. Esto provocó que Barcelona se quedara prácticamente sin prostitutas y lamentablemente comenzaron a ocurrir violaciones, lo que llevó al gobierno a legalizar nuevamente la profesión.
Sin embargo, en los años 1956, se volvió a prohibir la prostitución. Esto hizo que los burdeles cerraran y las mujeres de compañía empezaran a trabajar en las calles, como en el caso de Las Ramblas 22 y 24, donde se desarrolla esta historia, para encontrar a sus clientes.
Las huellas cambiaron de lugar
Muchos son los que se acercan para comprobar esta historia peculiar. Pero hay una mala y una buena noticia. La realidad es que si visitan Las Ramblas 22 y 24, no encontrarán ninguna marca (esta es la mala). ¡Pero no se preocupen! El edificio ha sido reformado y las marcas se han ubicado dentro del Bar Amaya, justo al lado (esta es la buena).