La librería The Last Bookstore, ubicada en el centro de Los Ángeles, incorporó con astucia las experiencias inmersivas antes de que se volvieran una tendencia popular.
Los Ángeles ha sido durante mucho tiempo un lugar para historias post-apocalípticas, plasmadas de manera vívida en películas como “Blade Runner”, videojuegos transformados en series de televisión como “Fallout”, y libros como “La parábola del sembrador”. En una distopía de un futuro cercano, si aún existiera algún lugar donde hallar un gran libro entre los escombros del centro de Los Ángeles, probablemente se llamaría The Last Bookstore (La Última Librería).
Eso es lo que tenía en mente el propietario de la librería, Josh Spencer, cuando inauguró su establecimiento homónimo en el centro de Los Ángeles en 2005: «¿Qué ocurriría si la civilización se derrumbara y solo quedara una librería? ¿Cómo se vería?».
Esa es la pregunta que Spencer planteó al Los Angeles Times en una entrevista en 2013, ocho años después de que la Last Bookstore abriera por primera vez. Parecía casi un desafío. Sin embargo, la tienda, una amplia caverna ubicada en un antiguo banco dorado, se ha convertido desde entonces en la librería de libros nuevos y usados más grande de California.
Su espacioso local de dos pisos y 22,000 pies cuadrados, lleno de esculturas extravagantes y accesorios hechos con libros de bolsillo usados, evoca a otras grandes librerías independientes de Estados Unidos que venden miles de libros, en su mayoría usados, como Powell’s City of Books en Portland y John K. King Used & Rare Books en Detroit.
El piso superior, conocido cariñosamente como el Laberinto sobre “The Last Bookstore», alberga muchos otros géneros de libros. Una de las características únicas de este nivel es el túnel de libros, construido completamente con libros, así como la ventanilla para libros. Redes sociales como Instagram han hecho famosa a esta librería, al igual que a muchos otros lugares antes desconocidos.
Se ha convertido en un destino tanto para los amantes de los libros como para aquellos que buscan tomarse una nueva foto de perfil. Imagino que toda esta atención ha causado algunos problemas, ya que hay muchos carteles que indican que, si tu fotografía molesta a los demás, es posible que te pidan que dejes de hacerlo.
