Junto a la estación de metro Noviciado, en pleno corazón de Malasaña, se erige una estatua de bronce a tamaño real que llama la atención. Dedicada a una joven que rompió las barreras de género en la Universidad de Madrid.
Obra de las hábiles manos del escultor madrileño Antonio Santín Benito, esta estatua rinde homenaje a Julia, una joven estudiante universitaria que, según la leyenda, desafió las normas al asistir a la Universidad Central de la Calle de San Bernardo disfrazada de hombre, en una época en que solo a los hombres se les concedía acceso.
Una Crónica de Bronce
En el fresco abril de 2003, la estatua fue develada en la fachada exterior del Palacio Bauer, un sitio histórico que alguna vez albergó la Universidad Central y que hoy alberga la Escuela Superior de Canto.
La obra maestra de bronce representa a una joven con libros en uno de sus brazos, recargada de manera informal contra la pared.
La estatua de Julia, ahora parte integral del barrio de Malasaña, resuena tanto con el atractivo artístico como con una cautivadora historia.
El Territorio de Julia
La presencia estoica de Julia adorna la acera en la intersección de la Calle del Pez, un lugar donde convergen lo artístico e histórico.
Más allá de su significado estético, la estatua se entrelaza con la narrativa legendaria de la Universidad de Madrid. La historia de Julia se desarrolla en la mediados del siglo XIX, cuando a las mujeres se les prohibía estrictamente cursar estudios superiores.
Concepción Arenal: ¿La Enigmática Julia?
El enigma se intensifica cuando se trata de la verdadera identidad de Julia. Algunos susurran que Julia es una encarnación de Concepción Arenal, una figura destacada en los ámbitos de la jurisprudencia, la literatura y el activismo por los derechos humanos.
Los registros históricos revelan que Arenal, impulsada por una pasión inquebrantable por el conocimiento, adoptó la apariencia de un hombre en 1840 para adentrarse en las complejidades del derecho.
Antes de Visitar
Para aquellos atraídos a desentrañar la mística de Julia, la estatua se erige con orgullo en la Calle del Pez, número 42, en la intersección de las calles Pez y San Bernardo.
Situada justo al otro lado de la estación de metro Noviciado, esta icónica pieza no solo enriquece el paisaje urbano sino que también invita a los exploradores a sumergirse en una época pasada de rebeldía académica y resistencia.