Lo que a primera vista podría parecer una broma o una obra de arte callejero irreverente, en realidad es una declaración tan sencilla como irónica. A diferencia de otras calles parisinas cargadas de historia, revoluciones o episodios culturales, la Rue de Charenton no ha sido escenario de ningún acontecimiento relevante en los últimos dos siglos.
Pese a sus orígenes que se remontan a la época romana, este tramo en particular ha permanecido al margen de la historia oficial. Y precisamente por eso, esta placa desconcertante (le 17 avril 1967, ici, il ne s’est rien passé) nos invita a reflexionar sobre la memoria colectiva y lo que consideramos digno de ser recordado.
En una ciudad que celebra cada rincón con placas conmemorativas, esta calle se destaca por todo lo contrario: por ser el lugar donde, orgullosamente, no ocurrió nada.