Escribano Hortelano (Bruant Ortolan)

Un cruel método de cocción convierte a este pequeño pájaro cantor en un raro manjar.

Lugar de origen

Francia

En algunas regiones de Francia, existe una práctica cruel que involucra a un diminuto pájaro conocido como el Ortolan, aproximadamente del tamaño de quince centímetros. Este pequeño ser alado es capturado y sometido a una serie de tormentos antes de ser consumido.

Comienzo de la tortura

Desde el momento de su captura, se inicia un proceso de tortura. Primero, se presionan los ojos del pájaro hasta dejarlo ciego. Luego, es encerrado en una jaula minúscula, apenas capaz de moverse, donde se le fuerza a ingerir una dieta diseñada para hacerlo engordar rápidamente. Esta dieta consiste en maíz e higos, entre otros alimentos de engorde.

Una vez que el Ortolan ha alcanzado dos a cuatro veces su tamaño original, se lo agarra y se lo ahoga en un vaso de brandy Armagnac . El líquido llena sus pequeños pulmones y su estómago. Posteriormente, se asa al pájaro durante seis a ocho minutos.

Rituel Gastronomique

La parte más impactante de esta práctica ocurre cuando las personas se disponen a comer al pobre pájaro. Según sus partidarios, existe una manera «apropiada» de hacerlo. El Ortolan se coloca en la boca del comensal con la cabeza afuera, y este lo mastica de una vez, con una servilleta sobre los ojos del comensal para evitar “ser visto por Dios”.

El ritual de cubrirse con una servilleta es parte de la experiencia. Los aficionados afirman que ayuda a concentrar los sabores y aromas que emanan del espantoso plato. Pero los críticos lo ven simplemente como un medio para proteger a los comensales de un ritual repugnante e incivilizado, o incluso para ocultar la glotonería del comensal a Dios.

El acto de masticar implica romper sus huesos diminutos, articulaciones y músculos. Cuando se llega al estómago y los pulmones, la consecuencia del ahogamiento en brandy se hace evidente: estos órganos explotan, liberando una pequeña cantidad de licor que imparte un sabor peculiar al plato.

Este ritual culinario, aunque defendido por algunos como una tradición, es percibido por muchos como sádico y profundamente desagradable.

Platillo Prohibido

Un solo ortolano puede alcanzar hasta 150 € en el mercado negro. Y puede ser una buena idea tener suficiente para cubrir la multa de 6000 € si te pillan comiendo este infame plato en un restaurante.

Dado el método de preparación bastante macabro, no sorprende a muchos que el ortolan sea ilegal consumirlo. Sin embargo, en realidad no es la razón por la que fue prohibido. La prohibición del ortolán no tiene nada que ver con objeciones morales o éticas al plato, sino que se basa en la conservación ambiental. Debido a la popularidad de la delicadeza, el escribano ortolán se considera una especie en peligro de extinción, por lo que se promulgaron leyes para preservar su población.

A pesar de ser prohibido en 1999, para 2007 la población continuaba cayendo en un 30 por ciento más, con un estimado de 50,000 ortolanes siendo sacrificados para consumo cada año. Sin embargo, un héroe improbable vino en ayuda del ave canora en apuros: la Liga Francesa para la Protección de las Aves, que presionó al gobierno para hacer cumplir mejor las leyes.

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