Tristán da Cunha: el asentamiento humano más remoto de la Tierra

Tristán da Cunha, una remota isla en el corazón del Atlántico, es oficialmente el asentamiento habitado más inaccesible del mundo. Forma parte del Reino Unido y es tan diminuta que cabría dos veces en la Ciudad de Buenos Aires y quince en la Ciudad de México. Se sitúa a 2200 km de Santa Elena, el asentamiento habitado más próximo, otra isla que también es extremadamente aislada, y a 2300 km de África y 3300 km de América.

Su paisaje verde esmeralda estará salpicado por una diversidad de casas y edificaciones, añadiendo un toque inesperado de civilización a su entorno, que de otra manera sería desolado.

¿Por qué se llama Tristán da Cunha?

El navegante portugués Tristão da Cunha fue quien descubrió inicialmente el archipiélago de islas volcánicas que incluye a Tristan da Cunha (junto con otras cinco islas más pequeñas y deshabitadas), y de inmediato les dio su propio nombre.

¿Cómo llegaron los ingleses a Tristán da Cunha?

Aunque fue objeto de múltiples exploraciones durante el siglo XVII por parte de los holandeses, no fue hasta principios del siglo XIX que los barcos balleneros estadounidenses mostraron interés por las islas. Un grupo de tres hombres estadounidenses intentó establecer una colonia y una estación comercial en la isla, pero el plan fracasó cuando un accidente durante la pesca ocasionó que dos de los hombres perecieran en las profundidades del océano.


En 1816, los británicos tomaron control de Tristan da Cunha por temor a que los franceses pudieran utilizar la isla para intentar liberar a Napoleón, quien estaba encarcelado a más de dos mil kilómetros al norte, en la isla de Santa Elena. Desde entonces, la población comenzó a crecer, los balleneros se asentaron y Tristan da Cunha empezó a asemejarse cada vez más a una verdadera civilización.

Acceso Difícil y Viaje Extenso

Estas distancias no serían un obstáculo si pudiéramos tomar un avión, pero el inconveniente es que en Tristan da Cunha no hay aeropuerto. Por lo tanto, para llegar a la isla, es necesario hacerlo en barco.

Día uno: desde donde sea que estemos, volamos hasta Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.

Día dos: abordamos un pequeño barco que zarpa hacia Tristan da Cunha solo ocho veces al año y con capacidad para apenas doce pasajeros. Debemos tener suerte porque tendrán prioridad de embarque los médicos, oficiales, residentes y familiares de residentes que deseen ir a la isla.

Día tres a seis: navegamos en alta mar por el Océano Atlántico.

Día siete: finalmente arribamos a Edinburgo de los Siete Mares, el único poblado de Tristan da Cunha.

Una Sociedad Singular y Endogámica

En la isla residen únicamente 270 personas y todas son descendientes de siete ancestros masculinos, por lo que solo existen siete apellidos en toda la isla. Este notable carácter endogámico de la comunidad de Tristan da Cunha ha facilitado la comprensión de la naturaleza genética de enfermedades como el asma. Este fenómeno se debe a que cinco de los dieciséis ancestros originales padecían asma. La enfermedad se ha transmitido de generación en generación, y actualmente Tristan da Cunha tiene la mayor tasa de asmáticos del mundo.

Economía y Actividades Locales

Una de las actividades económicas más importantes de la isla es la venta de postales y sellos. La Oficina Postal emite varias veces al año diversas series de sellos que se envían por correo a coleccionistas de todo el planeta. En estos sellos se pueden ver ilustrados los eventos más significativos de la historia de Tristan da Cunha, incluyendo el más trágico de todos.

Evacuación y Retorno

Después de la erupción, toda la comunidad fue evacuada de emergencia a una isla deshabitada cercana. Finalmente, fueron trasladados a Inglaterra, donde vivieron como refugiados durante casi dos años. No fue hasta 1963 que pudieron regresar a Edimburgo de los Siete Mares, para continuar viviendo en el lugar habitado más inaccesible del mundo.

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