
Esta calle adquiere su denominación porque en ella se encontraba la primera tienda de carne municipal, también conocida como “Tabla de la carne”, donde el Ayuntamiento vendía carne para asegurar el suministro de este producto a los residentes de la Villa. En aquel tiempo, era conocida simplemente como Calle Carnicería.
En el siglo XVIII, estas instalaciones fueron reemplazadas por otras situadas en la calle del Matadero, actualmente denominada calle Banco España. Durante el tiempo en que ambas estuvieron operativas, se la llamaba “Carnicería Vieja” y, por consenso popular, se mantuvo este nombre.
En su entrada se encontraban las torres de Diego de Echévarri y Martín Pérez de Marquina. En 1885, se intentó modificar el nombre de la calle por Santa Ana, pero la propuesta no tuvo éxito debido a la oposición de los habitantes de Bilbao.