Castell de Bellver o Castillo de Bellver es una impresionante ciudadela completamente redonda del siglo XIV cerca de Palma en Mallorca. Ubicado en lo alto de la bahía de Palma, sobre una colina boscosa, no sorprende que el nombre catalán Castell de Bellver se traduzca como «el castillo con una hermosa vista».
Los visitantes pueden caminar alrededor del foso antes de subir al techo del Castell de Bellver para contemplar el hermoso patio con arcos de medio punto o Palma hasta el mar.
Historia del Castell de Bellver
La construcción del Castell de Bellver se inició en el año 1300 bajo el reinado del rey Jaume II, quien mandó levantar una torre en el cerro conocido como Puig de Sa Mesquida. Con tres torres principales centradas en un bonito patio de estilo gótico y una imponente torre del homenaje, el Castell de Bellver es un gran ejemplo de los avances militares de la época, sobre todo porque este estilo de castillo era bastante inusual en España.
Aunque estaba destinado a ser una residencia real, sólo el rey Sanc (1314) y Juana I de Aragón (1395) vivieron en el castillo durante algún tiempo. Sin embargo, la estructura reflejaba elementos de defensa con las necesidades de confort de un palacio.
Los niveles inferiores del Castell de Bellver tienen su propia historia, ya que funcionó como prisión desde 1717 y posteriormente se utilizó como tal durante las Guerras de Sucesión Española, las Guerras Napoleónicas y la Guerra Civil Española. Entre las figuras más famosas encarceladas en Castell de Bellver se encuentra la familia del rey Jaume III.
El castillo de Bellver hoy
Hoy en día, Castell de Bellver alberga un museo de historia (Museu d’Historia de la Ciutat), que exhibe objetos que van desde antiguos artefactos romanos hasta cerámica árabe y cerámica del siglo XVII, que rastrean la historia de la ciudad. Arriba, puedes caminar a través de una serie de cámaras vacías, incluida lo que alguna vez fue una cocina.
Desde lo alto no sólo se obtienen impresionantes vistas de los bosques, Palma, la Badia de Palma y el mar, sino que también se pueden ver los grafitis de los prisioneros grabados en las paredes.
Cómo llegar al Castell de Bellver
Los autobuses 3, 46 y 50 te acercarán más al Castell de Bellver, parando en la plaza de Gomila desde donde tendrás que caminar 15 minutos subiendo una cuesta empinada. Si no le apetece subir, súbase a un autobús turístico que sube hasta el castillo. También hay aparcamiento disponible para quienes conducen.