Al caminar por la célebre Gran Vía, podrás observar un elemento no muy conocido pero a simple vista justo enfrente del Hotel Hyatt Centric: dos flechas incrustadas en el suelo.
Las flechas de Diana se encuentran al pie de PRIMARK, en Gran Vía 32. Se puede ver a Diana la Cazadora de cerca accediendo al Jardín de Diana en la terraza del Hotel Hyatt.
Origen de las Flechas: Una Conexión Mítica
Estas no se encuentran ahí por azar. Fueron lanzadas por un ente legendario no muy lejos de ese punto, y si elevas tu mirada hacia el otro lado de la avenida, en el número 31, divisarás el imponente hotel Hyatt Centric, cuya cúspide se halla engalanada con una efigie de la diosa Diana. Junto a ella, sus leales canes, surgiendo de las cimas del edificio, representan tanto a la deidad de la cacería y la naturaleza, como, ocasionalmente, a la diosa de la luna, identificada también como la hermana gemela de Apolo, el renombrado dios del sol.
La Historia de Amor Entre Diana y Endimión
Su ubicación en el Hotel Hyatt Centric no es fortuita. Señala hacia la acera opuesta. Ahí, en el número 32, el inmueble Madrid-París, que actualmente acoge a la marca Primark, se encuentra decorado con la imagen de un joven y un fénix.
Pero, ¿cuál es el motivo del ataque de Diana a estos personajes? Para comprender la situación es imprescindible estar al tanto de una de las leyendas que envuelven a esta diosa.
Resulta que Diana se había enamorado de Endimión, un joven pastor que, noche tras noche, tras contemplar el cielo, caía dormido bajo el manto estelar. Esto permitía a la diosa lunar observarlo cada noche, quedando progresivamente cautivada por su hermosura.
Incapaz de contenerse, una noche decidió acercarse para contemplarlo de cerca. La siguiente noche se aproximó aún más y, con cada día que pasaba, se acostaba a su lado, en ocasiones besándolo. Hasta que una noche, Endimión despertó. Él, encantado por la diosa, le reveló sus sentimientos y se juraron amor eterno.
No obstante, siendo Endimión un mortal de simple condición, tal promesa parecía imposible de cumplir. Diana optó por solicitar el auxilio de su padre, Zeus, el soberano de los dioses, para eternizar su unión. Zeus inicialmente rehusó, pero finalmente cedió bajo una condición: Endimión sería sumido en un sueño perpetuo, despertando únicamente durante la noche, asegurando así su eternidad. Diana y Endimión disfrutaron de una vida juntos, felizmente y, según cuenta el mito, llegaron a tener 50 hijos.
La versión de Gran Vía
Una narrativa mitológica de amor con un desenlace feliz… Era demasiado idílica para ser cierta. En Madrid, esta se transformó para dar sentido a este conflicto entre dos construcciones de la Gran Vía. Zeus, todavía desaprobando esta unión, habría decidido despachar un fénix para raptar a Endimión y evitar que su unión se consumara. Por ello, ahora vemos a Diana tratando de rescatar a su amado, enfrentándose al fénix con sus flechas. Sin embargo, las dos primeras flechas no alcanzaron su objetivo y terminaron incrustadas en el pavimento de la Gran Vía. Por esta razón, hoy día es posible observarlas marcadas en la acera.
Creación de Diana
Entusiasta de la mitología y ferviente admirador de la figura de Diana, fue el mismísimo dueño del Hotel Hyatt Centric quien encargó la representación de Diana y sus cinco perros a la escultora Natividad Sánchez en 2016, y concibió esta leyenda para enlazar las historias de los dos edificios enfrentados. Aunque, cabe destacar, el inmueble Madrid-París y la escultura del joven y el fénix también posee su propio relato apasionante.