¿Acaso se debe a un acto de infidelidad? ¿Al ritmo lento de la edificación? ¿A una plaga que afectó a la ciudad? ¿Quizás tiene una connotación religiosa? ¿O simplemente indica la presencia de una escalera en espiral? Nadie puede afirmarlo con certeza y es poco probable que alguna vez se revele el verdadero significado de encontrar un caracol tallado en una de las torres de la catedral de Barcelona. Es otro de los enigmas que el templo guarda en su interior.
El Caracol Escondido
En realidad, se pueden contar alrededor de treinta caracoles representados en la catedral, pero el que adorna el campanario más cercano a la calle de los Comtes es especialmente notable por su hermosa y detallada elaboración. Localizarlo no es tarea fácil. Debe observarse desde la parte trasera externa del templo, preferiblemente con prismáticos o un teleobjetivo. Pero está ahí.
Diversas Interpretaciones
Existen diversas interpretaciones sobre por qué se incluyó esta figura.
La plaga de caracoles
Una teoría sugiere que los caracoles fueron colocados como recuerdo de una plaga de estos pequeños animales de movimiento lento que afectó a la ciudad durante la construcción de la torre en el siglo XVI. Sin embargo, no está claro si hay documentación precisa que respalde este hecho. De ser cierto, más que una plaga, podría considerarse una bendición para los estómagos de los barceloneses de esa época.
Los caracoles eran un alimento consumido abundantemente en la Edad Media, especialmente durante la Cuaresma, cuando eran considerados una opción apta para la abstinencia.
Las Escaleras
Al parecer, justo debajo de la escultura de caracol se encuentra una escalera de caracol, lo que sugiere una forma de señalar su ubicación. De hecho, las escaleras de caracol eran parte integral del complejo sistema de circulación interna que caracteriza a las catedrales góticas.
El caracol representa simbólicamente el avance pausado y la lentitud, siendo escogido como elemento arquitectónico o escultórico para reflejar la tardanza con la que se llevaron a cabo las obras.
La leyenda de la Infidelidad
Se cuenta una leyenda que sugiere una historia de infidelidad conyugal. Se dice que el maestro constructor de la torre estaba tan inmerso en su trabajo que descuidaba a su esposa. Un día, un estudiante quedó prendado de su belleza y comenzaron a encontrarse y pasear juntos con frecuencia, lo que generó numerosos rumores entre la gente. Terminaron convirtiéndose en amantes.
Cuando el constructor se enteró de lo sucedido, habría decidido esculpir el caracol con grandes cuernos erectos para avergonzar a su pareja al colocar elementos «decorativos» con cuernos notables a la vista de todos.
En otra versión, el constructor se exculpa a sí mismo, argumentando que su dedicación al trabajo lo había llevado a descuidar durante mucho tiempo sus deberes conyugales. Arrepentido, habría colocado el caracol como una alegoría personal: cornudo, avergonzado y lleno de pesar.
Se dice que esto ocurrió en el siglo XVI, durante la construcción de la torre. La historia de la infidelidad es solo una leyenda y las teorías sobre la plaga o la escalera parecen más verosímiles, pero siempre nos atraen más las historias más llamativas.