En el pintoresco corazón del barrio Gòtic de Barcelona, entre estrechas calles empedradas y edificios históricos, se encuentra un testigo silencioso de una historia oscura y sangrienta: el escudo de la Inquisición.
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Este emblema, ubicado en la fachada del Museu Marés, antaño prisión del Santo Oficio, evoca los horrores de una institución que durante siglos persiguió, torturó y ejecutó a miles de personas por sus creencias religiosas o su orientación sexual.
El Mejor Conservado de su Época
El escudo en cuestión es el mejor conservado de la Inquisición que aún perdura en el país. Su presencia en el Museu Marés revela los símbolos icónicos de la institución: la cruz, la rama de olivo, la espada y la cadena de la orden del Toisón de Oro, entre otros.
Se cree que fue colocado a partir de 1487, cuando el inquisidor Alonso de Espina estableció el tribunal religioso en el Palau Reial Major, la residencia de los condes de Barcelona y los reyes de la corona de Aragón.
La Llegada de la Inquisición a Barcelona
El nombramiento de Alonso de Espina generó un rechazo unánime por parte de las autoridades locales. Su llegada el 5 de julio de 1487, sin recibir la bienvenida de la ciudad, provocó el pánico entre los judíos conversos, resultando en la huida de aproximadamente 500 familias de Barcelona.
El inquisidor dictó su primera condena el 14 de diciembre de ese año, marcando el inicio de una era oscura.
Autos de Fe y Castigos Cruentos
Los autos de fe, eventos públicos de condena, tenían como escenario principal lugares emblemáticos como la plaza del Rei, Santa Caterina, el Born, la catedral y la capilla de Santa Àgueda.
La primera pena capital se ejecutó el 25 de enero de 1488, con la muerte de dos hombres y dos mujeres por garrote en la plaza del Rei. Sus cuerpos fueron quemados en una zona fuera de las murallas conocida como el Canyet, hoy en día parte de Poblenou.
Se cree que Félix Duarte de Andrade parecer ser que fue la última víctima del tribunal en Barcelona, en 1726. Fue condenado a morir por garrote y se quemó su cuerpo.
El Escudo como Testimonio
El escudo de la Inquisición, ahora expuesto en el Museu Marés, es un testimonio tangible de una época de intolerancia y violencia que no debe caer en el olvido. Su presencia en el barrio Gòtic de Barcelona nos insta a reflexionar sobre el valor de la libertad de conciencia y el respeto a la diversidad, recordándonos las sombras del pasado que han dado forma al presente.