Kiskirálylány (La Princesita) en Tokio

Tokio, Japón Un clon de la Princesita Húngara ejerce como cónsul honorario en el país nipón.
Dirección: 1-8-1 Nishi-Ikebukuro, Toshima-ku, Tokio Coordenadas: 35.72965, 139.70774 Metro:  Estación Ikebukuro (Línea JR, F, Y, M)

En el quinto piso del gran auditorio del Tokyo Metropolitan Theatre (antiguo Tokyo Geijutsu Gekijō), en Ikebukuro, se encuentra una escultura que, para muchos visitantes, es un descubrimiento inesperado: una réplica a tamaño real de la famosa “Kiskirálylány” (“Pequeña Princesa”) del escultor húngaro László Marton.

Esta niña de bronce, sentada despreocupadamente sobre una baranda con una corona improvisada, es un símbolo querido en Budapest, donde su original, creado en 1972, se asoma al Danubio. Sin embargo, la presencia de su gemela en Tokio no es fruto del azar, sino de una historia marcada por lazos personales y culturales.

En el año 2000, con motivo del Festival del Milenio de la Coronación del primer rey de Hungría, se organizó una exposición de esculturas de László Marton en Tokio y otras ciudades japonesas. El evento permitió mostrar el alto nivel del arte escultórico húngaro y propició la visita del propio Marton y su familia a Japón. La sede de la muestra en Tokio fue la galería del Tokyo Metropolitan Theatre.

Al concluir la exposición, Marton decidió regalar una versión de gran tamaño (1,70 m) de la “Pequeña Princesa” a la ciudad de Tokio, como gesto de gratitud y amistad. Así, la estatua quedó instalada en el teatro como recuerdo permanente de aquel intercambio cultural.

Hoy, miles de espectadores pasan junto a ella antes de entrar a una función, sin saber que esta figura guarda la memoria de un artista húngaro cuya obra y afecto cruzaron continentes. Es, en cierto modo, un pequeño pedazo de Budapest en pleno corazón de la capital japonesa.

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