El General Espartero destacó como militar y político durante el siglo XIX, alcanzando la posición de Regente durante la minoría de Isabel II. Su enfoque autoritario generó una amplia oposición, provocando un clima de hostilidad en todo el país.
Sevilla se contó entre las ciudades que se alzaron en rebelión contra su gobierno, lo que llevó al General Van Halen, un partidario de Espartero, a sitiar la ciudad y bombardearla en julio de 1843.
En la noche del 11 de junio, un conjunto de residentes sevillanos toma las calles para expresar su apoyo ferviente tanto a la Constitución como a Isabel II. No obstante, son violentamente reprimidos por las fuerzas armadas. En respuesta, el Ayuntamiento se posiciona en contra de esta represión y declara la ciudad en estado de rebelión contra el Regente.
Espartero instruye al general Van Allen para sofocar la insurrección mediante el uso de artillería, similar a cómo había actuado previamente en Barcelona. Van Allen inicia el bombardeo el 18 de julio, y para el día 23, Espartero se presenta al frente de una considerable fuerza militar.
La rebelión se expande rápidamente por toda España y, frente a las amenazas del Ministerio de la Guerra, Espartero detiene el ataque sobre Sevilla y se refugia en Inglaterra el 27 de julio.
