El Teatro Ziegfeld Original
La historia comienza con el Teatro Ziegfeld original, un icónico recinto construido en 1927 en la Sexta Avenida, entre las calles 55 y 54. Este grandioso teatro, conocido por su diseño opulento y sus producciones teatrales, debutó con el legendario musical Show Boat. Con el paso de las décadas, ganó reputación como un hito cultural.
En 1955, el teatro cambió de propósito cuando fue alquilado por NBC para ser utilizado como estudio de televisión. Incluso fue sede de los Premios Emmy de 1959 a 1961. Sin embargo, en 1966, el querido Teatro Ziegfeld fue demolido para dar paso a un rascacielos, un destino común para la arquitectura histórica en la siempre cambiante silueta de la ciudad de Nueva York.
Un Nuevo Comienzo y un Final
Aunque un nuevo Teatro Ziegfeld abrió sus puertas en 1969 a poca distancia del original, eventualmente cerró en 2016. Sin embargo, el espíritu del teatro original vive—literalmente—en la forma de la cabeza de piedra caliza.
El Viaje de la Cabeza de Piedra Caliza
La historia de cómo esta cabeza llegó al Upper East Side es tanto caprichosa como fortuita. En 1966, Jerry Hammer, el propietario del edificio en 52 E 80th St, se enteró por un amigo desarrollador que el Ziegfeld iba a ser demolido. En tono de broma, Hammer pidió una de las cabezas de piedra caliza que adornaban la fachada del teatro. Lo que comenzó como una solicitud jocosa tomó un giro inesperado cuando, meses después, una grúa depositó la monumental escultura frente a su puerta.
Un Resto de la Edad de Oro de Broadway
Aunque Hammer se mudó del edificio en 1998, dejó la cabeza atrás. Hoy, permanece como un centinela silencioso, un vestigio tangible de la edad de oro de Broadway y una pieza de historia arquitectónica. Oculta a simple vista, sirve como un recordatorio de una época pasada cuando teatros como el Ziegfeld deslumbraban a las audiencias con su esplendor e innovación.
Así que la próxima vez que pases junto a este inusual monumento, recuerda su viaje: desde la grandeza de un escenario de Broadway hasta una esquina tranquila del Upper East Side—un testamento de las formas impredecibles en que la historia encuentra su lugar en el mundo moderno.