En el corazón del distrito futurista de Odaiba, en la bahía de Tokio, se alza una figura sorprendente para muchos visitantes: una réplica de la Estatua de la Libertad. Aunque pueda parecer una copia insólita en suelo japonés, esta escultura no solo tiene historia, sino también un fuerte valor simbólico como puente cultural entre Francia y Japón.
De París a Tokio: el viaje de una estatua
Conmemorando el evento «El Año de Francia en Japón 1998-1999», la Estatua de la Libertad ubicada en la isla de los Cisnes (Île aux Cygnes) del río Sena en París —instalada allí en 1889— fue trasladada temporalmente al Parque Marítimo de Odaiba en Tokio. La estatua estuvo en exhibición desde abril de 1998 hasta enero de 1999, colocada sobre este pedestal.
Fue la primera vez en la historia que esta estatua, después de 109 años en su ubicación original, dejaba París para ser expuesta en el extranjero.
Con el Rainbow Bridge (Puente del Arcoíris) como telón de fondo, su elegante silueta en Odaiba se convirtió en un símbolo del vínculo franco-japonés, ganándose el cariño de muchos visitantes. A medida que se acercaba el momento de su regreso a Francia, crecieron las voces que pedían una réplica permanente.
En respuesta a ello, Fuji TV, el Consejo de Desarrollo de la Ciudad Costera de Tokio y el Comité de Instalación de las Dos Estatuas de la Libertad impulsaron la creación de una réplica exacta. Tras obtener permiso oficial de la ciudad de París —propietaria del original—, y con el apoyo del Comité Ejecutivo del Año de Francia en Japón y la Embajada de Francia en Japón, se inició el moldeado de la estatua original tras su regreso a Francia en marzo de 1999.
En septiembre de 1999, comenzó la producción de la réplica en el Taller de Fundición de Coubertin (Foundry of Coubertin), ubicado en el Castillo de Coubertin, en las afueras de París, utilizando la misma técnica de fundición en bronce que el original.
La réplica quedó terminada en octubre del año 2000.
Finalmente, el 22 de diciembre del año 2000, fue develada en Odaiba la nueva Estatua de la Libertad, destinada a iluminar al mundo en el nuevo siglo.
Dimensiones, acceso y vistas panorámicas
La Estatua de la Libertad de Odaiba mide 11,5 metros de altura y alcanza los 17,4 metros incluyendo el pedestal, lo que representa aproximadamente una séptima parte del tamaño de su famosa contraparte en Nueva York. Otros registros citan 12,25 metros de altura con un peso estimado de 9 toneladas, lo que refuerza su presencia visual a pesar de su escala reducida.
Hoy en día, es uno de los lugares turísticos más fotografiados de Tokio. Uno de los mejores puntos para capturarla es desde el Skywalk, un paseo peatonal que conecta el Parque Costero de Odaiba con el Parque del Paseo de los Símbolos, desde donde se obtiene una vista cercana y privilegiada de la escultura con el Rainbow Bridge al fondo.
¿Cómo llegar?
La estatua se encuentra a solo 3 minutos a pie de las estaciones Odaiba-Kaihinkoen y Daiba, ambas en la línea Yurikamome, o a 7 minutos caminando desde la estación Tokyo Teleport, de la línea Rinkai.