La Estrecha

Igual de claustrofóbica que misteriosa y tan intrigante como desconocida, esta casa sorprendente por ser tan estrecha está situada en pleno centro de Valencia, en la Plaza Lope de Vega, en el céntrico barrio de Santa Catalina. Con una fachada de 107 centímetros de lado a lado, algo más que el ancho de la puerta, es la más estrecha de Europa y la segunda del mundo, sólo superada por una brasileña de 100 cm conocida como ‘Casa del Metro’.

La Estrecha está ubicada en la Plaza Lope de Vega, un espacio adoquinado vibrante de actividad social, justo detrás de la iglesia de Santa Catalina, en el número 6.

Dirección: Pl. de Lope de Vega, 6, Valencia, España Coordenadas: 39.47407, -0.37682 Autobuses 4, 11, 31, 32,70, y C1; parada Plaça de la Reina Free Tour por Valencia

Un Ícono Arquitectónico Singular

A escasos pasos de la plaza redonda, esta ínfima residencia europea tiene apenas 107 centímetros de ancho y se distribuye en cinco niveles. Este peculiar diseño la ha transformado en uno de los puntos de interés turístico de Valencia, capturando la atención de todo visitante que se detiene a fotografiarla, especialmente después de que su fachada fuera renovada hace algunos años para deleite de los espectadores.

Transformación y Actualidad

Frecuentemente mencionada en literatura y programas de televisión, y desde hace poco adornada con un letrero que destaca su reducida amplitud, surge la pregunta: ¿es realmente habitable? ¿Qué historias esconde? ¿Cómo es posible residir en un espacio tan excepcionalmente angosto? ¿Es más que una mera fachada estrecha?

Hoy en día, su entrada forma parte del bar adyacente, conocido como La Estrecha. Este local ha eliminado la pared que los dividía, transformando el interior en algo distinto a la antigua vivienda extremadamente angosta, aunque aún conserva su piso original. En los niveles superiores, se han combinado los espacios en apartamentos, y hay planes futuros de convertirla en museo en honor a su singularidad arquitectónica.

Anécdotas y Vida Cotidiana

Las historias y vivencias peculiares abundan. Por ejemplo, se cuenta que una niña, residente de la casa, tuvo que vestirse para su Primera Comunión en la calle porque no podía atravesar la puerta con el vestido puesto, situación que se repetía con los trajes de fallera. ¿Cómo era el día a día en tan reducido espacio?

Según declaraciones recientes de esa misma niña, ahora una adulta residente en el barrio, la casa contaba solamente con dos camas pequeñas, un catre, una cocina minúscula adosada a la pared y una mesa con dos sillas, nada más. En la planta baja, funcionaba una joyería administrada por su padre, fuente de ingresos para la familia.

De Vivienda a Atracción Turística

La que es hoy la casa más estrecha de Europa, y un foco de atracción turística en el casco histórico de Valencia, ha tenido múltiples usos a lo largo de su historia, desde quiosco de prensa hasta tienda de regalos, pasando por albergar una máquina expendedora, antes de convertirse en el bar que es hoy día.

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