Los Orígenes de una Crisis
Dentro de Central Park se encuentra un encantador edificio de estilo gótico victoriano conocido como The Dairy (La Lechería). Construido originalmente para suministrar leche fresca y asequible a los niños, su creación fue impulsada por una crisis de salud devastadora que afectó a Nueva York a mediados del siglo XIX, conocida como el «Escándalo de la Leche Adulterada.»
A principios de 1800, la leche fresca provenía de granjas en el norte del estado, pero su alto costo la convertía en un lujo para muchas familias de Manhattan. Como alternativa, los residentes compraban leche más barata de lecherías conectadas a destilerías en Manhattan y Brooklyn, donde la producción se realizaba en condiciones peligrosamente insalubres.
Después de procesar granos para producir alcohol, las destilerías generaban un residuo caliente llamado bagazo o residuo de destilería (swill). En lugar de desecharlo, lo utilizaban para alimentar a las vacas lecheras alojadas en condiciones deplorables. Estas vacas, malnutridas y enfermas, producían leche que era delgada y de un tono azulado antinatural.
Una Engañosa y Mortal Mezcla
Para hacer que esta leche fuera más atractiva, los vendedores añadían sustancias como almidón, yeso e incluso pintura blanca. Comercializaban este producto adulterado como «leche pura del campo», causando enfermedades graves en los niños.
En 1857, cerca de 8,000 bebés murieron misteriosamente. No fue sino hasta 1858 que el periodista Frank Leslie publicó un impactante reportaje sobre las espantosas condiciones de producción de la leche adulterada. Leslie calificó a los dueños de las destilerías como «asesinos de leche» que distribuían «veneno líquido» a las familias desprevenidas.
Reforma y una Nueva Visión
Tras años de presión pública, Nueva York promulgó sus primeras regulaciones sobre la leche en 1862. Inspirados por estos sucesos, los diseñadores de Central Park, Calvert Vaux y Frederick Law Olmsted, probablemente tomaron en cuenta los temores sobre la seguridad de la leche al diseñar The Dairy, que abrió sus puertas en 1871.
Hoy en día, The Dairy ya no ofrece leche, sino que funciona como centro de visitantes y tienda de regalos. Este edificio sirve como un recordatorio de un oscuro episodio de la historia de la salud pública.