Nos adentramos en el Hotel Hyatt, y en el lobby del hotel accederemos al ascensor que nos llevará a una experiencia única.
El Descubrimiento en el Décimo Piso
Al llegar al décimo piso y salir del ascensor, nos encontraremos con una viga agujereada, de la cual emergen majestuosas palomas. Este no es un simple elemento decorativo; es un vestigio histórico que nos transportará en el tiempo.
Un Viaje en el Tiempo durante la Guerra Civil
Durante la Guerra Civil, la Gran Vía fue uno de los principales objetivos de las tropas franquistas.
Los bombardeos eran tan intensos que la gente la llamaba la «venida de los obuses» o la «venida del quince y medio». El edificio telefónico al otro lado de la calle era uno de los principales blancos.
La Viga Testigo de la Historia
La viga agujereada que ahora contemplamos fue atravesada por uno de esos obuses y permaneció oculta en el encofrado del edificio durante casi 80 años.
Fue en 2016, durante unas obras de remodelación, cuando salió a la luz. Su alma agujereada se convirtió en la base de una escultura única.
La Escultura de la Paz
Aprovechando la peculiaridad de la viga, se creó una escultura simbolizando el futuro: palomas que representan la convivencia y la paz.
Esta obra de arte, ubicada en la terraza del hotel, pasa desapercibida para muchos visitantes que se centran en la famosa Diana cazadora, pero encierra una historia única y emotiva.
Así, la Viga de la Paz en el Hotel Hyatt se erige como un testigo silencioso de la historia, revelando un mensaje de esperanza y reconciliación que perdura en el corazón de la bulliciosa Gran Vía.
