El conjunto escultórico ‘Las sirgueras’, creado por Dora Salazar, está formado por cuatro representaciones de mujeres, cada una de 2,5 metros de altura y 70 centímetros de ancho, sumando en total 9 metros de longitud. Esta obra buscará resaltar, junto a la Ría de Bilbao, la importancia del trabajo femenino y la necesidad de seguir avanzando hacia una igualdad aún pendiente de alcanzar.
Abuso laboral y trato despectivo hacia las mujeres
En el siglo XIX, el puerto de Bilbao era uno de los principales centros comerciales de España y recibía numerosas mercancías, especialmente relacionadas con el comercio del hierro, que otorgaba poder y prestigio a la ciudad. Sin embargo, los barcos que transportaban estas mercancías se enfrentaban a un obstáculo importante en Olabeaga, donde la acumulación de arena impedía que las embarcaciones llegaran al centro de Bilbao. Esto obligaba a descargar la mercancía en gabarras que eran arrastradas desde la orilla por las sirgueras, finalmente reconocidas y ahora inmortalizadas.
Este trabajo, debido a su exigencia física, se consideraba propio de animales de carga o de hombres. Sin embargo, surgió un problema: los animales eran costosos y los hombres estaban mermados por las guerras carlistas de la época. Fue entonces cuando los armadores «descubrieron» que las mujeres podían realizar este trabajo y las contrataron, aunque pagándoles menos que a los hombres e incluso menos que a los animales.
Aquellas mujeres que se veían obligadas a realizar esta ardua tarea lo hacían para poder alimentarse diariamente, siendo despectivamente llamadas «ganapanes». Este estigma no solo las borró de la historia, sino que también sirve como recordatorio del trato que se le ha dado a la mujer en el ámbito laboral: ignorada y mal remunerada. Una injusticia que, lamentablemente, ha persistido hasta nuestros días en demasiadas ocasiones.