McDonald’s abandonado en una isla remota

Adak, Alaska ¿Quién hubiera pensado que la inflación podía ser más aterradora que un McDonald’s fantasma a medio camino entre Seattle y Tokio?
Dirección: Camel Cove Rd, Adak, AK Coordenadas: 51.87119, -176.63904 desde Anchorage a Adak con Alaska Airlines Actividades en Español en Alaska

En una isla perdida en medio de las Aleutianas, donde el viento sopla con furia y apenas viven menos de 100 personas, sobrevive un recuerdo extraño, casi fantasmal. Un McDonald’s detenido en el tiempo.

Allí, en Adak, Alaska, alguien entra y se encuentra con un menú que parece un espejismo: un Big Mac por 2,45 dólares. El combo, con papas y refresco, a 4,95. Desayunos por menos de dos dólares. Precios de 1994, como congelados bajo el hielo. Hoy, en Anchorage, un Big Mac cuesta más del triple. Un combo puede rozar los 18 dólares.

El restaurante nació en los ochenta, dentro de la base naval de Adak, cuando la Guerra Fría todavía dividía al mundo. Cerró en 1994, cuando la Marina comenzó a desmantelar el lugar. Y desde entonces, quedó como un museo accidental de los noventa: carteles que aún anuncian las dino-size fries de Jurassic Park, Happy Meals con juguetes de caricaturas olvidadas como Bobby’s World (una serie emitida entre el 90 y el 98).

Pero no fue un abandono total. En 2009, el edificio fue comprado por la comunidad local. Sirvió un tiempo para procesar halibut, luego como cocina de trabajadores. Hasta que en 2015 una tormenta lo dañó y volvió a cerrarse. Desde entonces permanece en silencio, esperando un nuevo uso.

Lo curioso es esto: más allá del edificio cubierto de maleza, lo que sobrevive es la memoria de esos precios. Una especie de cápsula del tiempo que nos recuerda cuánto ha cambiado el mundo. En tiempos de inflación, cuando cada compra pesa en el bolsillo, ese menú parece tan irreal como un pueblo fantasma en mitad del Pacífico.

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