Lejos de los canales y puentes que atraen a millones de turistas a Ámsterdam, existe un lugar que desafía la curiosidad y la resistencia de sus visitantes: el Museo Vrolik. Ubicado en el Amsterdam UMC, este museo alberga una de las colecciones más singulares y perturbadoras del mundo, dedicada a la anatomía humana, las anomalías congénitas y la teratología —la ciencia que estudia las llamadas “monstruosidades” biológicas.
Origen del museo
Su origen se remonta al siglo XIX, cuando el médico y profesor Gerardus Vrolik, junto a su hijo Willem, reunió un extraordinario conjunto de especímenes anatómicos y médicos, muchos de ellos centrados en malformaciones congénitas. En 1865, la colección fue adquirida por el Athenaeum Illustre, precursor de la Universidad de Ámsterdam, aunque no se abrió al público hasta 1984. Hoy sigue teniendo un gran valor científico y es visitada tanto por expertos como por curiosos.
¿Qué podemos esperar?
Dentro de sus vitrinas, el visitante encuentra desde esqueletos y órganos humanos hasta animales con mutaciones sorprendentes. Sin embargo, la parte más impactante son las hileras de frascos con embriones y fetos conservados, algunos con duplicaciones de miembros, cabezas adicionales o deformidades poco imaginables. La mayoría de estos especímenes son el resultado de errores en uno de los más de 30.000 genes que ordenan la formación del cuerpo humano.
Aunque la visión pueda resultar perturbadora, el Museo Vrolik no busca el morbo, sino el entendimiento. Aquí, los horrores de la biología se muestran sin carga moral, como piezas para el estudio y la reflexión sobre la fragilidad y complejidad de la vida. En un tiempo, la teratología fue una disciplina popular en la ciencia del siglo XIX, cayó luego en el olvido, y hoy recobra relevancia como recurso para investigadores y biólogos moleculares.
Caminar por sus salas es enfrentarse a lo inimaginable. Para algunos, la experiencia despierta una mezcla de asombro y desconcierto; para otros, es un recordatorio de que el cuerpo humano guarda posibilidades que superan la ficción. Y para todos, es un viaje al límite entre la ciencia y lo inquietante.