Santo Cáliz de Valencia

Valencia, España El Santo Grial ha fascinado a cineastas, escritores y líderes como Napoleón y Hitler. Su paradero parece descubierto. ¿Quieres saber dónde?
Dirección: Catedral de Valencia, España Coordenadas: 39.47533, -0.37566 Autobús: Las líneas C1, 7, 27, 28 y 73 cuentan con paradas que se ubican bastante cerca de la Catedral. Tour del Santo Grial con Indiana Jones

El Relato de San Jerónimo

San Jerónimo, en su relato, afirmó que sobre la mesa de la última cena reposaban dos copas: una de plata, que contenía vino, y otra de piedra, utilizada en la institución de la Eucaristía. Este último, conocido como el Santo Cáliz, ha viajado a lo largo de los siglos, siendo protegido y resguardado como una reliquia invaluable.

El Viaje a Roma y la Protección Papal

Se dice que fue San Pedro quien llevó consigo el Santo Cáliz a Roma, donde sucesivos papas lo custodiaron. Sin embargo, en el siglo III, el papa Sixto II le pidió a San Lorenzo, de origen español, que lo sacara de Roma y lo escondiera para protegerlo de la persecución del emperador Valeriano.

Tras las Montañas y en la España Cristiana

Durante la invasión musulmana, el Santo Cáliz fue ocultado en los Pirineos, donde los cristianos se refugiaban entre las montañas. Finalmente, llegó al Monasterio de San Juan de la Peña en Huesca, España. En 1399 pasó a manos reales y fue entregado al rey de Aragón, Martín el Humano.

El Resguardo en Valencia

En 1437, el rey Alfonso V el Magnánimo entregó el Santo Cáliz a la catedral de Valencia, donde ha permanecido desde entonces. Esta ciudad costera y cuna de grandes santos ha sido el hogar del preciado objeto a lo largo de los siglos.

La Reliquia más documentada de la Cristiandad

partes del santo caliz o santo grial
En realidad, la reliquia es la parte superior

La arqueología ha desempeñado un papel crucial al demostrar que la reliquia del Santo Cáliz fue elaborada en una época similar a los eventos descritos en la Biblia. A lo largo de la historia, se han identificado hasta diez cálices como auténticos, con reliquias dispersas en lugares como León, Génova, Dublín e incluso en el Museo Metropolitano de Nueva York. Sin embargo, muchos de estos cálices no han superado el filtro arqueológico, ya que eran demasiado posteriores, estaban hechos de otros materiales o carecían de una historia oral documentada.

Entre todas las reliquias, la del Santo Cáliz, también conocido como el Santo Grial, se destaca como la más documentada de la cristiandad. Supera a otras reliquias famosas como la Sábana Santa o el Santo Sudario en términos de respaldo histórico, arqueológico y litúrgico. Hablar del Santo Cáliz es hablar del Señor y de las raíces fundamentales de la fe cristiana, respaldadas por la tradición judía y avaladas por la historia y la arqueología.

La Autenticidad del Santo Cáliz

Diversos estudios han sido llevados a cabo sobre esta reliquia, destacando el realizado en los años 60 por el profesor Antonio Beltrán. Este estudio, el único autorizado para desmontar el Santo Cáliz, concluye que la copa existió entre los años 100 y 50 antes de Cristo.

Se utilizó como copa de bendición en una familia judía para celebrar la Pascua, siendo una tradición típica en las cenas judías. La copa, hecha de ágata cornalina, un mármol translúcido tallado, fue, según las afirmaciones de Beltrán, dejada por la familia de San Marcos para celebrar la Pascua con los apóstoles.

Las investigaciones no solo respaldan el origen de la copa en los tiempos de Cristo, sino que también datan el viaje del Santo Cáliz hasta llegar a la Corona de Aragón, siguiendo rutas documentadas en crónicas reales a lo largo de varios siglos. Los adornos agregados, como el pie o las asas, fueron colocados posteriormente por los reyes de Castilla y Aragón para embellecerlo.

El Gran Secreto y Milagro de la Fe Cristiana

Estas investigaciones no solo respaldan su autenticidad, sino que también arrojan luz sobre la importancia que el propio Cáliz tenía en la Edad Media. Considerado una de las piezas clave del cristianismo y el contenedor de uno de sus mayores milagros, la institución de la Eucaristía, el Santo Cáliz es visualizado como un tesoro preciado. Imaginar las manos que lo sostuvieron, desde Pedro llevándolo oculto hasta las primeras misas en las catacumbas, evoca la rica historia de este objeto.

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