La torre de Bujaco se erige como un emblema distintivo en la plaza Mayor de Cáceres, protegiendo con imponencia el flanco noroeste de la ciudad monumental. Sin embargo, esta construcción no solo es una obra arquitectónica destacada, sino que también cuenta con una historia constructiva compleja, marcada por añadidos, modificaciones y restauraciones a lo largo de diferentes épocas.
Lancastermerrin88, CC BY-SA 3.0 https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0, via Wikimedia Commons
Tener en cuenta: la Torre de Bujaco se puede visitar. La entrada tiene un valor de 2.5 euros y puede ver los horarios aquí.
Entre Árabes y Romanos: Una Edificación Genuinamente Árabe
La Torre de Bujaco, emblema de Cáceres, tiene raíces genuinamente árabes y descansa sobre sillares romanos. Su planta cuadrada, coronada por una ringla de almenas, revela la fusión de dos culturas en un solo edificio. Dos matacanes laterales y uno frontal, agregado en el siglo XVIII, aportan a su estructura defensiva.
En la cara occidental, hacia la plaza Mayor, destaca el pequeño balcón de los Fueros, datado en el siglo XVI. La torre, imponente con sus 10 metros de lado y 25 de altura, cuenta con una arquitectura que habla de siglos pasados.
La Sangrienta Primavera de 1173: Remodelación y Reconquista
En la primavera de 1173, el califa almohade Abu Ya’qub marcó la historia de la torre al pasar a cuchillo a cuarenta Fratres cacereños que defendían la fortificación del asedio. Tras reconquistar la ciudad, el califa remodeló la torre, y de esta época se presume que proviene su nombre.
Mientras algunos lo vinculan al califa, otros sugieren una conexión con la palabra «buhaco», un muñeco de paja y trapo local empleado para referirse a la estatua del Genio Andrógino, que adornó el balcón de los Fueros entre 1820 y 1962.
*Nota: Existe mucha controversia con respecto al nombre de la Torre de Bujaco. Le invito a leer este articulo del periodico Hoy.es explicando un poco mejor dicha controversia.
Torre del Reloj y Centro de Interpretación
Entre 1672 y 1791, la torre albergó un reloj, ganando así el nombre adicional de la «Torre del Reloj». Actualmente, la historia de la torre cobra vida en un centro de interpretación que es una visita obligada para los turistas. Desde lo alto del almenar, se puede contemplar gran parte de la ciudad monumental.
Restauración en el Siglo XX: Una Transformación por González Valcárcel
Como muchos puntos de la muralla cacereña y otros monumentos, la Torre de Bujaco experimentó una significativa restauración en el segundo tercio del siglo XX.
Bajo la mano de González Valcárcel, adquirió en gran medida el aspecto que conocemos hoy, preservando su esencia histórica mientras se aseguraba de que perdurara como un emblema imponente en el tiempo.
