Las Torres Humanas de Cataluña que desafían a la muerte

La tradición castellera de Cataluña empieza con una base sólida. La construcción de torres humanas ha sido una tradición en la región española durante siglos.

Cada año, en Cataluña, se lleva a cabo un festival espectacular que se destaca por encima de todos los demás. Es una celebración desafiante de la muerte que celebra el coraje, la fuerza, la precisión y, sobre todo, el equilibrio. Los equipos normalmente tienen entre 300 y 400 miembros pero hay casos de hasta 1.000 hombres, mujeres y niños compiten creando rascacielos humanos que se elevan a alturas vertiginosas. Un paso en falso y toda la torre se derrumba.

Los castells, o torres humanas, son una de las manifestaciones culturales más genuinas y únicas de Europa. Bajo el lema de fuerza, equilibrio, coraje y buen juicio, los castells son una excelente manera de mostrar Cataluña al mundo. Ver, o aún mejor, participar en una exhibición de castells es una experiencia emocionante que destaca la lucha individual y colectiva por la mejora.

Los Castells, son una tradición catalana de más de 200 años. Hoy en día, hay más de 80 colles o equipos diferentes repartidos por toda Cataluña. Cada dos años, se lleva a cabo una competencia donde los doce mejores equipos se enfrentan en el Concurs en Tarragona.

¿Por qué estos grupos de gente uniformada se suben uno encima de otro?

Para aquellos que se aventuran a participar en esta actividad, aceptar el desafío puede resultar adictivo. Es más o menos como una droga. Escucharás a la gente gritar, aplaudir, es increíble. Hay niños que suben hasta la cima, son increíblemente valientes.

Los castells representan una de las prácticas más auténticas del folclore catalán, íntimamente ligada a las festividades populares. Implican erigir estructuras humanas de varios niveles de altura, mediante la colaboración de equipos de entusiastas, que se colocan uno encima del otro sucesivamente.

Los castells son únicos en el mundo. Su impacto visual y emoción van acompañados de un gran espectáculo. Cada castell levantado al son de la música tradicional va acompañado de la incertidumbre sobre si se completará con éxito o caerá antes de terminarse.

Tradición y Resurgimiento

Los castells se levantan en un ambiente festivo, generalmente como parte de las fiestas anuales celebradas en pueblos y ciudades catalanas. A su vez, cada dos años se celebra un concurso en Tarragona, la única vez que los castells se levantan exclusivamente con el propósito de competir.

Los castells se originaron en Valls, en las proximidades de Tarragona, en el noreste de España, a finales del siglo XVIII. Después de la dictadura franquista, los castells experimentaron un auge que catapultó la tradición festiva a su período más popular en más de 200 años de historia. La tradición se extendió a otras regiones de Cataluña y otras áreas de habla catalana, como las Islas Baleares.

Estructura y Participación

Los Castells son más que simples torres humanas; representan un desafío físico y emocional. Es peligroso. Es bastante común que las personas se rompan una pierna, un brazo, sufran lesiones en el hombro.

La competencia es intensa y, a veces, desgarradora. Pero para aquellos involucrados, que llevan más de 20 años compitiendo en torres humanas, es una pasión que va más allá de la razón. Es algo más que solo cultura, es una forma de vida.

La estructura humana, en contacto directo con el suelo y soportando la torre, requiere ensayos cuidadosos en los que participan docenas e incluso cientos de personas.

Los castellers están agrupados en colles castelleras, conjuntos de hombres y mujeres de todas las edades que se preparan conjuntamente durante todo el año para las presentaciones. Las collas castelleras se distinguen por el color de sus camisas. La vestimenta típica del casteller comprende la camiseta de color con el emblema del grupo, pantalones blancos, faja y pañuelo.

Pinya, Tronco y Pom de Dalt

partes de un castell de cataluña
Imágen de redbull.com

El proceso de construcción de los Castells es una verdadera hazaña de ingeniería humana. Desde la base, llamada «pinya», hasta el «tronco» y el «pomo de arriba», cada nivel tiene su función y su riesgo.

En la formación de la «pinya», la multitud que conforma la base de la torre, pueden participar además de los integrantes de las colas y sus familiares, en principio, cualquier espectador espontáneo. El «tronco» de la torre, compuesto por los niveles que se elevan a partir del segundo, está constituido en su parte inferior por hombres de gran fuerza sobre los cuales se apoyan jóvenes más delgados. El «pom de dalt», la sección conformada por los tres pisos superiores de la torre, está integrada por niños y niñas. Las torres tienen entre seis y diez pisos.

Cada dos años, en los años pares, se lleva a cabo en Tarragona el Certamen de Castells. Durante el primer fin de semana de octubre se congregan en la Tarraco Arena Plaza las collas castelleras más destacadas en un esfuerzo por obtener el título de la mejor de Cataluña.

Reconocimiento y Futuro

Reflejando el sentimiento de la sociedad catalana, que considera los castells como una de las expresiones más destacadas de la cultura popular y tradicional en Cataluña, el Parlamento de Cataluña declaró por unanimidad y solemnemente su apoyo a la candidatura del Castell para ser incluido en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial del mundo de la UNESCO. Este amplio consenso social dota al movimiento castellero de un perfil social fantástico y un futuro increíblemente prometedor.

En 2010, la UNESCO optó por añadir los castells a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Subrayaron que los catalanes los consideran una parte esencial de su identidad cultural, transmitida de una generación a otra, y que brindan a los integrantes de la comunidad una sensación de continuidad, cohesión social y solidaridad.

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