La Estatua de la Libertad más Grande de Japón

Aomori, Japón Aunque es raro hallar esta Estatua de la Libertad en Japón, no es la única ni la más famosa, pero sí la más grande de todas las réplicas.
Dirección: Higashishimoyachi, Oirase, Aomori Coordenadas: 40.60960, 141.43618 Estación Shimoda (bus línea sur) → Nobinobikan (bus stop) → caminata 10 min → estatua

En el apacible pueblo de Oirase, en la prefectura de Aomori, se encuentra una réplica inesperada de uno de los monumentos más icónicos del mundo: la Estatua de la Libertad. Con una altura total de 20,8 metros, incluyendo su base, esta versión japonesa de la famosa escultura estadounidense se ha convertido en el símbolo indiscutible de la localidad, ganándose el apodo cariñoso de «Momo-chan» entre los residentes.

¿Cómo llegó la Estatua de la Libertad al norte de Honshu?

La historia de esta estatua comenzó en 1990, cuando el entonces municipio de Momoishi (hoy parte de Oirase) utilizó fondos del programa nacional Furusato Sōsei para crear una obra que representara el espíritu local y fomentara la conexión internacional. La inspiración surgió de una coincidencia geográfica: Oirase comparte la misma latitud que Nueva York —40 grados y 40 minutos norte—. Esta curiosidad se convirtió en la base conceptual del proyecto.

En honor a ese número “40:40”, se decidió construir una estatua que fuera exactamente una cuarta parte del tamaño de la original, rindiendo homenaje al número «4». El cuerpo de la escultura mide 11,5 metros, mientras que la base aporta otros 9,3 metros, sumando una altura que la convierte en la réplica más grande de la Estatua de la Libertad en Japón.

A pesar de ser más pequeña que su contraparte neoyorquina, Momo-chan impone con su presencia. Desde cerca, su tamaño impresiona, y el nivel de detalle la hace fácilmente reconocible. El color verde brillante, típico de las esculturas de cobre envejecido, se conserva gracias a su renovación en el año 2020, que la dejó en excelente estado.

¿De dónde surge el apodo Momo-chan?

Originalmente, Oirase era conocida como Momoishi-cho, de donde proviene el apodo “Momo-chan”, que con el tiempo se convirtió en una forma afectuosa de referirse a esta estatua. Pero además de ser un guiño histórico, la escultura también cumple un rol social: fue concebida como un símbolo de amistad e intercambio cultural con el personal estadounidense de la cercana base militar de Misawa.

Uno de los mayores atractivos de esta estatua es su iluminación nocturna. Cada noche, Momo-chan se enciende y ofrece una imagen completamente distinta a la que se percibe de día: una figura silenciosa, iluminada contra la oscuridad, casi mágica. Esta atmósfera la convierte en un punto ideal para fotografías o una visita tranquila al atardecer.

Aunque está ubicada dentro del Parque Icho —una zona residencial frecuentada por familias locales—, la estatua se destaca por sí sola. Durante las cuatro estaciones del año, el entorno cambia de colores, y Momo-chan permanece firme, observando en silencio desde su pedestal, como un faro de identidad local.

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