Catacumbas de París

París, Francia Bajo la Ciudad de las Luces hay más de 320 km de pasajes subterráneos, algunos recubiertos hasta el techo con calaveras y huesos.
Dirección: 1 av. du Colonel Henri Rol-Tanguy, París, Francia Coordenadas: 48.83432, 2.33223 Metro: Denfert-Rochereau (línea 4, 6 y RER) Free Tour de los Misterios y Leyendas de París

A medida que París se convirtió en un importante centro de Europa, enfrentó un problema significativo: en el siglo XVII, había vivido y fallecido tanta gente en París que sus cementerios estaban saturados de tumbas, hasta el punto de que, a veces, se exhumaban cadáveres. 

Así que surgió la solución de colocarlos en los túneles antiguos que habían estado bajo las calles de París desde el siglo XIII, vestigios de una época en la que se extraía piedra caliza para transformar a París en una ciudad floreciente. Cuando concluyeron estos entierros, los restos óseos de 6 millones de parisinos encontraron su último descanso en las catacumbas de la ciudad.

Les Halles vs Les Innocents

Los residentes del barrio de Les Halles, cerca de Les Innocents, el cementerio más grande y antiguo de la ciudad, fueron de los primeros en quejarse, alegando que el cementerio desprendía un fuerte olor a carne en descomposición; incluso las perfumerías informaron que no podían realizar negocios debido al desagradable aroma. 

En 1763, Luis XV emitió un decreto prohibiendo todos los entierros dentro de la ciudad, pero debido a la resistencia de la Iglesia, que no quería que se alterarán o trasladaran los cementerios, no se tomaron más medidas.

Luis XVI, el sucesor de Luis XV, continuó con la iniciativa, decretando también que todos los cementerios debían ser trasladados fuera de París. No obstante, no fue hasta 1780 que se tomaron medidas concretas. 

Ese año, un extenso período de lluvias primaverales causó el colapso de un muro alrededor de Les Innocents, vertiendo cadáveres en descomposición en una propiedad adyacente. La ciudad necesitaba un lugar más adecuado para enterrar a sus muertos.

Convirtiendo canteras de piedra caliza en catacumbas

Así, se recurrió a los túneles, trasladando los restos óseos de los cementerios que estaban a cinco niveles bajo tierra hasta las antiguas canteras de París. 

Los cementerios comenzaron a vaciarse en 1786, comenzando por el de Les Innocents. La ciudad tardó 12 años en mover todos los restos (de entre 6 y 7 millones de cadáveres) a las catacumbas. Algunos de los más antiguos provienen de la época merovingia, hace más de 1200 años.

Desde la Revolución Francesa, los cuerpos empezaron a ser enterrados directamente en los osarios de las catacumbas. Entre los personajes famosos (o infames) de la historia que descansan en las catacumbas se encuentran Jean-Paul Marat, una de las voces más extremas de la Revolución, y Maximilien de Robespierre, una figura destacada tanto durante la Revolución como en el posterior Reinado del Terror. La ciudad dejó de trasladar restos óseos a los osarios en 1860.

Dentro del osario, los restos óseos están organizados según los cementerios de los que provienen. Algunos están cuidadosamente apilados a lo largo de los pasillos; otros están dispuestos en patrones, formando cruces y otras figuras. 

Los visitantes también pueden observar esculturas en el corredor de Port-Mahon, creadas por un cantero y veterano del ejército de Luis XV, años antes de que los cuerpos se trasladaran allí. 

La escultura principal es un modelo de la fortaleza de Port-Mahon, una gran ciudad insular donde se cree que el escultor, «Décure», fue capturado por los ingleses durante la Guerra de los Siete Años.

Saber antes de ir

Hoy en día, poco más de 1 kilómetro de las catacumbas están accesibles para que los visitantes las exploren. La entrada pública se localiza en el distrito 14 de París, en la avenida del Coronel Henri Rol-Tanguy 1. 

Se necesita alrededor de 45 minutos para recorrerlas. Hay guías disponibles, aunque no son obligatorias. Los túneles se extienden mucho más kilómetros bajo la ciudad, pero la mayoría de las áreas son ilegales para su visita.

Las Catacumbas ya no venden entradas en la puerta, sino que deben comprarse por Internet con una semana de antelación como máximo. Otro consejo es ir en temporada baja y fuera de las vacaciones escolares francesas.
Cuando los visitantes pasan al osario, pasan por debajo de una puerta con una inquietante inscripción encima:  «Arrête, c’est ici l’empire de la mort!» (¡Alto! ¡Este es el imperio de la muerte!) .

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