En el corazón de la historia de Palma de Mallorca, entre callejuelas empedradas y edificaciones centenarias, se encuentra el entrañable Colmado Santo Domingo. Este pequeño comercio, saturado del embriagador aroma de sobrasada, camallot y queso, ha sido testigo de la evolución del tiempo desde su inicio en 1886.
Una Atracción en Sí Misma
La tienda es, de hecho, una atracción por sí misma debido a su peculiar decoración y disposición de productos. Esta pequeña tienda mítica de Palma es literalmente un festín visual, con productos que llenan cada rincón, generando un horror vacui que escasea en los establecimientos actuales. En el estrecho corredor destinado a los clientes apenas caben dos personas, creando una experiencia íntima y auténtica.
La disposición de los productos, con las sobrasadas mallorquinas colgando del techo, evoca la escala real de los puestos reproducidos en los mercados de los belenes napolitanos. El producto estrella, la sobrasada mallorquina, destaca entre la multitud. Además, los visitantes pueden encontrar productos artesanos de gran calidad, como quesos, vinos, mermeladas y confituras caseras de la tierra, así como el tradicional pan de higo.
Colmado Santo Domingo no solo ofrece productos locales excepcionales, sino que también invita a sumergirse en una experiencia única que fusiona la tradición con la autenticidad, convirtiéndolo en un destino imperdible en el corazón de Palma de Mallorca.
