En el corazón de Granada, lejos de las rutas turísticas convencionales, se encuentra el Cuarto Real de Santo Domingo, un rincón cargado de historia y fascinación.
Ubicación y Contexto Histórico
Situado junto a la Plaza de los Campos y cercano a la conocida Policía Nacional, este monumento guarda una relevancia histórica que ha perdurado a lo largo del tiempo. El Cuarto Real de Santo Domingo se erige en el barrio del Realejo, muy próximo al convento e iglesia de Santo Domingo, formando parte esencial del desarrollo de Granada.
El palacio, originalmente una almunia árabe fundada en la época almohade, es uno de los pocos ejemplos que se conservan en Granada. Fue vendido a los Reyes Católicos tras la conquista de la ciudad y posteriormente cedido a la orden de los Dominicos para la construcción del convento de la Santa Cruz. Desde entonces, ha sido testigo de numerosos eventos históricos, incluida la apertura de un postigo en la muralla para permitir que los vecinos asistieran a misa.
A lo largo de los años, el Cuarto Real de Santo Domingo ha experimentado diversas etapas, desde la desamortización de Mendizábal hasta su declaración como Bien de Interés Cultural en 1919. Actualmente, propiedad del Ayuntamiento de Granada, el palacio se utiliza para eventos culturales, recepciones y exposiciones.
Arquitectura e interior
Al adentrarnos en el recinto, nos encontramos con una mezcla de elementos arquitectónicos árabes y cristianos. El jardín, que evoca los jardines de la Alhambra, nos da la bienvenida antes de entrar en el palacio. Dentro, descubrimos salas impresionantes y restos arqueológicos que nos transportan a otra época.
Uno de los aspectos más destacados del palacio es la Torre, conocida como la «Qubba». Esta estructura rectangular, habitable en su tercio superior, es un ejemplo excepcional de la arquitectura nazarí. Con sus detalles decorativos y su impresionante techo artesonado, la Qubba nos ofrece una visión fascinante del pasado de Granada.
De construcción anterior a los palacios nazaríes, aquí se probó por primera vez el tipo de decoración que se realizaría posteriormente en los techos y paredes de la Alhambra. Se le llama cuarto, porque procede de la palabra qubba; en árabe, significa cúpula y hace referencia al espacio cuadrado que es la sala principal de lo que fue este Palacio de la Almanjáyar.
Un Viaje a Través del Tiempo
A lo largo de los siglos, el palacio ha tenido usos diversos, desde museo provincial hasta academia de Bellas Artes. A pesar de los cambios, la esencia histórica ha perdurado, y hoy en día, este monumento ofrece una ventana al pasado, mostrando la primera residencia palaciega conservada en Granada.