El frontón del Beti Jai es un tesoro oculto en Madrid que sorprende a todo aquel que se aventura a entrar en este magnífico espacio. El arquitecto Joaquín Rucoba fue el encargado de dar vida a esta joya arquitectónica que se completó el 29 de abril de 1894.
Un Frontón de Lujo para la Corte
En una época donde el juego de pelota vasca era apreciado por la corte, se decidió construir el frontón Beti Jai como un lugar lujoso. Incluso se incluyó un palco real para que la corte pudiera disfrutar de este deporte. La fachada exterior, de ladrillo pesado y estilo neomudéjar, contrasta con la fachada interior, ligera y delicada, con elementos de hierro y una decoración filigrana.
Transformaciones a lo Largo del Tiempo
A pesar de su esplendor inicial, el frontón Beti Jai tuvo una vida breve y dejó de usarse en 1918. A lo largo de los años, experimentó diversas transformaciones, sirviendo como taller de automóviles, cárcel, comisaría, y almacén. No fue sino hasta 2009 que un vecino de Chamberí, originario de Bilbao, descubrió este colosal frontón y se enamoró de él.
De la Ruina a la Recuperación
La lucha por preservar el frontón fue intensa, y finalmente, en 2011, el ayuntamiento lo adquirió por expropiación. Sin embargo, el edificio estaba en un estado cercano a la ruina, con la cancha convertida en un bosque de arbustos. La rehabilitación fue un proceso minucioso que requirió una profunda investigación.
Tres Usos para un Tesoro
Los defensores del frontón abogan por su triple uso: deportivo, cultural y cívico. Quieren devolverle al edificio su función original como espacio deportivo para el juego de pelota. Además, ven en él un lugar ideal para eventos culturales como cine al aire libre, teatro y conciertos. Por último, proponen un uso cívico, permitiendo que la ciudadanía lo utilice como una simple plaza cuando no esté en uso para los otros dos fines.
Un Debate Sobre el Futuro
El tema de cubrir el frontón ha sido objeto de debate. Mientras algunos sugieren una solución cuidadosa y bien pensada, otros, como los defensores originales del frontón, sostienen que no debe tener una cubierta. Ven la propuesta de construir una cubierta como una concesión que, a largo plazo, podría privatizar un edificio expropiado con fondos públicos.
Preservando la Historia de Madrid
El frontón Beti Jai se erige como un testigo del pasado, un lugar que ha experimentado transformaciones y que ahora se debate entre su preservación y la adaptación a nuevos usos. La historia de este frontón continúa, y su futuro sigue siendo objeto de reflexión y debate en la comunidad madrileña.