En el Mirador del Embrujo, uno de los rincones más visitados de Soportújar, se encuentra la Fuente de las Brujas, una escultura que refuerza la identidad mágica de este pequeño pueblo de la Alpujarra granadina.
La fuente representa a dos brujas —una maestra y su aprendiz— preparando pócimas en un gran caldero, una escena que parece cobrar vida gracias a los efectos especiales que la acompañan: un sistema de luces nocturnas y un mecanismo que genera vapor de agua, simulando el humo que se eleva del brebaje encantado. Además, cuenta con un caño de agua potable, convirtiéndose no solo en una obra artística, sino también en un elemento funcional del mirador.
Durante la Feria del Embrujo, la fuente puede moverse hacia uno de los laterales del mirador gracias a un ingenioso mecanismo, permitiendo mayor espacio para las actividades del evento. En su última renovación, se mejoró la accesibilidad de la rampa y se añadió un sistema de videovigilancia para proteger la instalación.Más allá de su valor estético, la Fuente de las Brujas se ha convertido en un icono fotográfico y turístico del municipio. Los visitantes destacan las impresionantes vistas del valle y el ambiente “diferente y mágico” que caracteriza a Soportújar. Aunque algunos comentan que ciertos detalles del conjunto necesitan mantenimiento, la fuente sigue siendo una parada obligatoria para quienes buscan lugares curiosos y con encanto en la Alpujarra.









