En el 150 de Central Park South se encuentra el Hampshire House, un edificio con una historia oscura, inmortalizada en una pintura de Frida Kahlo titulada El suicidio de Dorothy Hale.
Esta impactante obra se encuentra en el Museo de Arte de Phoenix, y en la parte inferior de la pintura, Kahlo incluyó una inscripción que describe el trágico suceso:
“En la ciudad de Nueva York, el 21 de octubre de 1938, a las 6:00 de la mañana, Dorothy Hale se suicidó arrojándose desde una ventana muy alta del Hampshire House. En su memoria, este retablo fue ejecutado por Frida Kahlo.”
Una vida glamorosa que terminó en tragedia
Dorothy Hale nació en 1909 en Pittsburgh, hija de un agente inmobiliario. Se mudó a la ciudad de Nueva York en la década de 1920 para dedicarse a la actuación. Aunque consiguió algunos papeles en teatro y cine mudo, su carrera nunca despegó.
Sin embargo, su belleza y carisma la convirtieron en una figura habitual en los círculos sociales y artísticos de élite, donde entabló amistad con personalidades como la escritora y política Clare Boothe Luce y la artista Frida Kahlo.
En 1927, Dorothy se casó con el pintor Gardner Hale, y la pareja aparentemente compartía una vida feliz, hasta que en 1931 Gardner murió en un accidente automovilístico. Su muerte dejó a Dorothy viuda y en dificultades económicas. Incapaz de mantener su estilo de vida, dependía del apoyo de amigos y parejas mientras seguía buscando oportunidades como actriz, incluyendo un pequeño papel en la película británica de 1934 El ascenso de Catalina la Grande.
Años de relaciones fallidas, escasas oportunidades laborales, deudas crecientes y pérdidas personales afectaron profundamente a Dorothy. El 20 de octubre de 1938, organizó una pequeña reunión en su apartamento del piso 16 del Hampshire House, y luego asistió a una función de teatro de Oscar Wilde.
Regresó a casa alrededor de la 1:15 a. m. En las primeras horas del 21 de octubre, tras escribir cartas para sus amigos y familiares, Dorothy se arrojó por la ventana de su apartamento. Fue encontrada en la acera, aún vestida con su traje favorito de terciopelo negro y un ramillete de rosas amarillas. Tenía 33 años.
El homenaje controvertido de Frida Kahlo
Tras su muerte, Clare Boothe Luce encargó a Frida Kahlo un retrato en memoria de su amiga. Esperaba un homenaje tradicional, pero quedó horrorizada cuando Kahlo entregó una representación cruda y surrealista de los últimos momentos de Dorothy: aparecía de pie en el balcón, cayendo por un cielo nebuloso y tendida sin vida sobre el pavimento.
La pintura impactó tanto a Luce que casi se desmaya al verla. Aunque inicialmente pensó en destruirla, fue convencida de conservarla. A su petición, el escultor Isamu Noguchi eliminó la inscripción original que mencionaba su nombre y pintó encima de un ángel que Kahlo había incluido en la parte superior.
La obra fue almacenada durante décadas, hasta que Luce la donó de forma anónima al Museo de Arte de Phoenix, donde permanece hasta el día de hoy.
Hoy en día, Dorothy Hale es recordada como una figura trágica de la alta sociedad de los años 30, cuya vida y muerte quedaron plasmadas en el arte, y cuyos últimos momentos se conservan en una de las obras más conmovedoras de Frida Kahlo.