A un costado del irónico Bosque Nacional de Adak se encuentra un lugar singular y, a primera vista, desconcertante: un cementerio que muchos podrían confundir con uno infantil por las fechas tan breves que aparecen en las lápidas. Sin embargo, basta detenerse a leer con atención los nombres y epitafios para descubrir la verdad: se trata del cementerio de mascotas de Adak.
Los epitafios hablan por sí solos y transmiten un cariño profundo hacia sus dueños de cuatro patas. “We love you, Bandit, We miss you”; “Pooch (1970-1985) Best Dog in the World”; “Fritz Maynard (1988-1991) A Pretty Good Dog”; o incluso una lápida que lleva el nombre de “US NAVY K-9 CORP”. Entre los más conmovedores destaca el de Bridget: “FOREVER RUNNING THE TUNDRA OUR BEST FRIEND” (“Eternamente corriendo en la tundra, nuestro mejor amigo”).
Al recorrer el lugar se pueden ver detalles sencillos pero cargados de simbolismo: huesos de madera clavados en forma de cruz, collares que aún cuelgan en las cruces o lápidas deterioradas por el paso del tiempo y cubiertas de maleza.
La historia de este cementerio está íntimamente ligada al destino de la isla. En su época de mayor actividad militar, Adak albergó a unas 6,000 personas. Tras el cierre de la base a mediados de los años 90, la población se redujo a menos de un centenar. Los restos humanos que alguna vez estuvieron en el cementerio local fueron exhumados y trasladados a Anchorage y Sitka. Las mascotas, en cambio, permanecieron allí, convirtiendo este rincón en un conmovedor testimonio de lealtad y memoria.
La mayoría de las tumbas corresponden a perros, aunque también se distinguen gatos y hasta hámsters. Lo curioso es que, a diferencia de otros cementerios de mascotas, este tiene una fuerte impronta religiosa: son muchas las cruces que se levantan sobre las pequeñas sepulturas, como si confirmaran que, en Adak, hasta los animales tenían una fe cristiana.
Hoy, el cementerio permanece en silencio, oculto entre hierbas y maderas desgastadas. Visitarlo no requiere más que caminar con respeto y observar de cerca los detalles.

















