La Cabra gigante de Gävle

La Cabra de Gävle, conocida en sueco como Gävlebocken, es una tradición navideña  (Julbocken) que ha capturado la atención tanto de locales como de visitantes de todo el mundo. Cada año, una enorme cabra de paja es erigida en la plaza central de la ciudad de Gävle, Suecia, para marcar el inicio de la temporada navideña. 

Sin embargo, lo que comenzó como una simple decoración festiva se ha convertido en una tradición dual: la de construir la cabra y la de intentar destruirla antes de Nochebuena. Esta curiosa costumbre ha dado lugar a un juego del gato y el ratón entre las autoridades y los vándalos, convirtiéndose en un fenómeno cultural fascinante.

Lugar de Origen: Gävle, Suecia

Toda la temporada Navideña a partir del 1 de Diciembre

Gävlebocken

Historia de la Cabra de Gävle

Orígenes de la Tradición

La cabra navideña tiene sus raíces en las antiguas tradiciones nórdicas. Originalmente, las pequeñas cabras de paja eran colocadas en los hogares como símbolos de buena fortuna y protección. La versión gigante de esta tradición surgió en la década de los 60, cuando un empresario locale decidió construir una gran cabra de paja para atraer visitantes al centro de Gävle durante la temporada navideña.

La Primera Cabra Gigante

La primera cabra de Gävle se levantó en diciembre de 1966 y medía más de 13 metros de altura. Sin embargo, la tradición de vandalismo comenzó ese mismo año, cuando la cabra fue incendiada en la víspera de Año Nuevo. Desde entonces, la cabra ha sido objeto de numerosos ataques, y su destrucción se ha convertido en una parte casi inseparable de la tradición.

Incidentes de Vandalismo

Primeros Actos de Vandalismo

Desde su creación, la cabra de Gävle ha sido quemada, destrozada y dañada en numerosas ocasiones. Cada año, la comunidad espera ansiosamente si la cabra logrará sobrevivir la temporada navideña. En sus primeros años, la cabra fue quemada en 1969, 1970 y 1972, estableciendo un patrón que continuaría en las décadas siguientes.

Casos Notables de Destrucción

A lo largo de los años, ha habido varios incidentes notables de vandalismo. En 2001, por ejemplo, un turista estadounidense fue arrestado por incendiar la cabra. En 2005, la cabra fue derribada por una manada de hackers que tomaron control de las cámaras de vigilancia. En 2016, la cabra fue incendiada solo unas horas después de ser inaugurada. Estos eventos han generado una mezcla de frustración y resignación entre los residentes de Gävle, así como una notoriedad internacional para la cabra.

Medidas de Seguridad

Intervención de la Policía

Para combatir el vandalismo, las autoridades de Gävle han implementado diversas medidas de seguridad. La policía local patrulla la zona alrededor de la cabra y se han instalado cámaras de vigilancia para monitorear cualquier actividad sospechosa. A pesar de estos esfuerzos, los vándalos han demostrado ser sorprendentemente ingeniosos, encontrando nuevas formas de eludir la seguridad cada año.

Tecnología y Vigilancia

Además de la vigilancia policial, se han adoptado medidas tecnológicas para proteger la cabra. En algunos años, la cabra ha sido tratada con un retardante de fuego, aunque esto no siempre ha sido efectivo. También se han utilizado cercas y guardias de seguridad privados para intentar mantener la cabra a salvo. Sin embargo, el desafío de protegerla parece inspirar a los vándalos a superar cualquier obstáculo.

Impacto Cultural

Reacciones del Público

La cabra de Gävle ha generado una variedad de reacciones entre el público. Para algunos, es un símbolo querido de la tradición navideña que merece ser preservado. Para otros, la emoción de ver si la cabra sobrevivirá o no añade un elemento de intriga y diversión a la temporada festiva. La cobertura mediática internacional ha convertido a la cabra en una especie de celebridad navideña, con personas de todo el mundo siguiendo su destino cada año.

La Dualidad de la Tradición

La destrucción de la cabra ha evolucionado hasta convertirse en una «tradición de facto» que, aunque ilegal, forma parte integral de la historia de Gävle. Este aspecto oscuro de la tradición refleja una fascinación cultural por el desafío y la rebelión. A pesar de los esfuerzos por mantener la cabra a salvo, siempre hay vándalos dispuestos a intentar destruirla, haciendo de la cabra de Gävle no solo un símbolo de Navidad, sino también un testamento a la resiliencia de una tradición única.

La Cabra de Gävle en la Actualidad

Eventos Recientes

En los últimos años, la cabra ha experimentado tanto destrucciones como sobrevivencias, manteniendo viva la incertidumbre que rodea su existencia anual. La pandemia de COVID-19 también ha afectado la forma en que se celebra la tradición, con restricciones que han limitado el acceso a la plaza y, en algunos casos, han reducido el vandalismo.

Futuro de la Tradición

El futuro de la cabra de Gävle sigue siendo incierto. Cada año, la pregunta de si la cabra sobrevivirá se repite, y tanto los organizadores como los vándalos parecen comprometidos a continuar con sus respectivos roles. La cabra de Gävle se ha convertido en un símbolo de la persistencia de las tradiciones y del espíritu festivo, a pesar de los desafíos que enfrenta.

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