El Caminito del Rey, conocido internacionalmente como The King’s Little Pathway, es uno de los senderos más emblemáticos y vertiginosos de España. Se encuentra en el desfiladero de los Gaitanes, junto a la pedanía de El Chorro, en la provincia de Málaga.
Su historia se remonta a 1901, cuando se inició la construcción de una pasarela colgada en la roca para dar acceso a los operarios de las centrales hidroeléctricas de Chorro y Gaitanejo. La obra se terminó en 1905, aunque no fue hasta 1921 que adquirió notoriedad: ese año, el rey Alfonso XIII recorrió el camino durante la inauguración del embalse del Conde de Guadalhorce, lo que le valió el nombre de Caminito del Rey.
La pasarela original tenía apenas un metro de ancho y estaba suspendida a más de 100 metros sobre el río Guadalhorce. Construida con cemento sobre rieles metálicos fijados a la roca, con el paso del tiempo se deterioró gravemente. Durante décadas, el camino quedó en un estado ruinoso: muchas secciones perdieron el suelo de hormigón y quedaron reducidas a vigas de acero oxidadas. Sin barandillas y con tramos desplomados, cruzarlo se convirtió en una aventura extrema. De hecho, a finales del siglo XX fue catalogado como “el sendero más peligroso del mundo”.
Tras varios accidentes mortales, en el año 2000 las autoridades decidieron cerrarlo. Sin embargo, su fama creció entre excursionistas temerarios que, esquivando los controles, se atrevían a desafiarlo. La situación cambió en 2014, cuando la Diputación de Málaga inició un ambicioso proyecto de restauración de 8,3 millones de euros. En marzo de 2015, el Caminito del Rey reabrió sus puertas, transformado en un sendero seguro pero igualmente espectacular.
Hoy, la ruta tiene 7,7 kilómetros, de los cuales 2,9 transcurren por pasarelas aéreas de madera y cristal, instaladas justo sobre las antiguas estructuras, que aún pueden observarse en ruinas bajo el nuevo recorrido. El camino es lineal: comienza en el norte, en Ardales, y finaliza en el sur, en El Chorro (Álora). Su recorrido dura entre 3 y 4 horas y atrae a miles de visitantes cada año. A solo 60 kilómetros de Málaga capital, el Caminito del Rey se ha convertido en un referente del turismo de aventura en Andalucía.