Una sensación extraña. Algo fuera de lugar. «¿Qué demonios?» podría exclamar cualquier turista al pasar por el 1 bis de la rue Chapon. En la esquina de la rue du Temple, una puerta baja, un buzón y una inscripción en una placa dorada: «J.B. & S.B. Spécialistes». Pero, ¿especialistas en qué?
¿Una puerta falsa? ¿una dirección ficticia?
La discreta puerta verde, situada cerca del final de la calle, no da razones para detenerse. Es solo otra parte del paisaje urbano desapercibido. Si me hubiera fijado en la placa a la derecha de la puerta, no habría aprendido mucho sobre lo que ocurre detrás de ella. «JB & SB Specialists» no podría ser más vago.
Los «especialistas» son Julien Berthier y Simon Boudvin, y están detrás de la puerta de una manera distinta a lo que se podría imaginar. En realidad, la puerta no es una puerta verdadera. Es una fachada, una obra de arte callejero que la pareja instaló un sábado por la mañana en 2006.
Construida con contrachapado y conforme a los códigos arquitectónicos locales, la fachada se ensambló y fijó a la pared blanca en menos de 30 minutos. Berthier y Boudvin querían que fuera una instalación temporal, una representación de las puertas y entradas ordinarias, pero potencialmente enigmáticas, que se encuentran en nuestras ciudades.
Casi dos décadas después, la obra sigue en su lugar. Frecuentemente ha sido cubierta con desagradables grafitis y, por ello, la ciudad de París la ha limpiado, al igual que hacen con muchos de los grafitis que infestan la ciudad.
No sé si la ciudad espera recibir un pago por el trabajo de limpieza, pero si están enviando facturas a esa dirección, tendrán que esperar mucho tiempo.
