Al mencionar la «Estatua de la Libertad», la imagen que automáticamente viene a la mente es la icónica figura de Nueva York. No obstante, existen diversas réplicas y figuras parecidas a esta escultura alrededor del mundo. Sorprendentemente, una de estas fue la pionera representación moderna de Libertas, la deidad de la libertad en la mitología romana. ¿Quién podría imaginar que Zaragoza sería el lugar de origen de una versión previa a la famosa creación de Bartholdi? Este tesoro se halla oculto en Madrid.
Ubicación de la Estatua de la Libertad en Madrid
Se localiza dentro del Panteón de Hombres Ilustres, un mausoleo diseñado en estilo neobizantino por el arquitecto Fernando Arbós y Tremanti. Este sitio alberga los restos de destacados políticos españoles como Canalejas, Sagasta, Eduardo Dato, Ríos Rosas y Cánovas del Castillo, entre otros.
Esta estatua se erige sobre el mausoleo de Federico Aparici, erigido en 1853 en memoria de los ilustres liberales Agustín Argüelles, José María Calatrava y Juan Álvarez Mendizábal, y tuvo una ubicación previa. Inicialmente, fue instalada en el viejo cementerio de San Nicolás antes de ser trasladada al Panteón de Hombres Ilustres.
Descripción y Significado
La obra consiste en una escultura femenina tallada en un bloque de mármol de dos metros, representando a Libertas. Luce un gorro frigio que emite rayos, simbolizando la iluminación, y muestra parte de su seno. Porta un cetro y un yugo destrozado en sus manos, representando el cese de la tiranía. Un felino a sus pies enfatiza el concepto de libertad. Tres figuras femeninas adicionales rodean el monumento, simbolizando la Pureza, el Gobierno y la Renovación.
La estatua madrileña fue inaugurada en 1853 y se sitúa en el atrio interior del Panteón, actualmente transformado en museo. Está accesible en la calle Julián Gayarre, detrás de la Basílica de Nuestra Señora de Atocha, y su entrada no tiene costo.
Influencia y Legado
Aunque la estatua neoyorquina es la más conocida, la madrileña precedió su construcción por más de tres décadas. La similitud con las creaciones del artista aragonés sugiere que Auguste Bartholdi pudo haberse inspirado en ellas para el diseño del emblemático monumento neoyorquino, siendo la corona de rayos un elemento distintivo en esta teoría.
A pesar de que la versión de Madrid se erigió mucho antes, fue Auguste Bartholdi quien patentó el diseño de su Estatua de la Libertad en 1879, asegurando los derechos sobre futuras reproducciones, mientras que Ponciano Ponzano, el escultor español, enfrentó una vejez marcada por la indigencia.
